Como ocurre cada año, el último domingo de octubre los países de la Unión Europea actualizan sus relojes para pasar al horario de invierno. Este año, los ciudadanos españoles deberán retrasar una hora las agujas del reloj en la madrugada del 29 de octubreDe esta manera, a las 2:00 horas del domingo, volverá a ser la 1:00 en Canarias, mientras que simultáneamente en el resto del país a las 3:00 horas serán las 2:00.

Los países implantan esta modificación horaria en dos ocasiones durante el año con el objetivo de adaptar el horario laboral a las horas de sol y ahorrar así energía. Así, las empresas y los hogares pueden reducir el consumo energético al encender las luces menos horas al día.

Con el cambio de hora del mes de octubre en la península recuperamos la que se considera hora oficial del país, que es ir una hora por delante del tiempo que marca el meridiano de Greenwich (Greenwich Mean Time GMT).

¿Cuánto se ahorra con el cambio de hora?

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) el cambio horario supone en los meses posteriores a éste un ahorro en iluminación en el sector doméstico "del 5 por ciento", lo que equivaldría a más de 300 millones de euros de ahorro, siempre dependiendo de los precios vigentes de la energía que en los últimos años está disparada. De estos más de 300 millones, alrededor de 90 millones correspondería a los hogares españoles. Esto supondría al menos 6 euros de ahorro por hogar. El resto se ahorrarían en los edificios de la industria o el sector servicios.

Sin embargo, el propio Ministerio para la Transición Ecológica en España reconoce que no existen informes actualizados que permitan asegurar que el cambio de hora lleve asociado un ahorro energético, según el mismo Ministerio, que ha señalado que las nuevas exigencias de eficiencia en iluminación, los modernos sistemas de climatización, o la progresiva introducción del autoconsumo alteran "significativamente" los análisis que se utilizaban hace años para calcular esos datos.

En cualquier caso, en realidad, el mayor ahorro no se produce en el horario de invierno sino en el de verano que ahora vamos a abandonar. El pico de ahorro se concentra entre los meses de marzo a octubre, ya que en esta época el sol sale antes y se pone más tarde, es decir, los días son más largos.

En esos seis meses de la primavera y el verano se registra el periodo del año en el que la insolación es mayor para los países del hemisferio norte, como el nuestro. Gracias a esta medida se consiguen ganar 135 horas de luz, con el consiguiente ahorro energético.

¿Compensa el cambio horario?

La pregunta que se hacen los expertos es si ese ahorro energético compensa el malestar que genera el cambio horario en el ser humano. La cuestión ha sido desde hace años objeto de debate en el Parlamento Europeo.

Los cambios dividen a la sociedad y a los científicos que han analizado las ventajas e inconvenientes de cada horario y el impacto sobre la salud, la economía y los hábitos de vida de los ciudadanos.

Algunos investigadores han advertido de que optar por el horario de invierno o por el de verano de forma definitiva "no es nada trivial". En el caso de España, han incidido en la importancia de mantener el mismo que los principales socios económicos y comerciales -como Francia o Alemania- y se han inclinado por el de invierno como mejor opción para la mayoría de los españoles.

El hecho es que el domingo 29 de octubre los relojes deben retrasarse una hora, y los científicos creen que este cambio es menos lesivo para la salud que el marzo, ya que los españoles son más matutinos que vespertinos y no tienen en general problemas para adaptarse.