Educación

Medio millar de centros canarios, en el programa de convivencia positiva

Las Islas desarrollan esta política por delante de las peticiones ministeriales | Se trata de la única comunidad que retribuye a los profesores que son coordinadores

Un aula de Infantil.  | | MARÍA PISACA

Un aula de Infantil. | | MARÍA PISACA / Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Medio millar de centros escolares del Archipiélago se han adherido al programa de convivencia positiva de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. El Ministerio de Educación y Formación Profesional publicó recientemente el informe Análisis comparado de aspectos formales de la convivencia escolar en las comunidades autónomas, y que se construye a través de las relaciones que se producen entre todas las personas que forman parte de la comunidad educativa.

Será positiva si esta construcción se realiza desde el respeto, la aceptación de las diferencias y de las opiniones de todos en un plano de igualdad.

El director general de Dirección General de Ordenación, Innovación y Calidad de la Consejería de Educación, Gregorio Cabrera, afirma que, en el ámbito de la convivencia escolar, «Canarias parte con ventaja» puesto que las Islas comenzaron a trabajar en estos aspectos antes de que el Ministerio de Educación estableciera la elaboración de los planes de convivencia regionales para fomentar un buen clima dentro del centro escolar. Además, el Archipiélago cuenta desde 2011 con su decreto de convivencia que sentó las bases para la realidad actual. «Desde entonces hemos ido construyendo un sistema que no nos ha supuesto grandes modificaciones en la normativa estatal», explica.

Canarias es una de las comunidades autónomas que tiene en marcha programas dedicados a trabajar la convivencia en positivo. «Teníamos claro que la convivencia se debía construir día a día y que los centros tienen que trabajar para contar con un entorno amable para el conjunto del alumnado y de la comunidad educativa», explica Cabrera quien celebra que medio millar de centros canarios estén desarrollando ya el programa de convivencia positiva a través del cual no se espera a que se produzca una situación problemática para empezar a trabajar sino que, de manera natural, incorporan actuaciones de convivencia en su proyecto educativo.

El director general reconoce que en Canarias, como en cualquier otro territorio, se producen conflictos y hay dificultades en determinados entornos, pero «las cifras de problemas graves en los centros son muy pequeños en relación con el número de centros, alumnos y profesores que tenemos en las Islas». Para hacer frente a todos estos problemas, la Consejería de Educación ha desarrollado protocolos en diferentes ámbitos aunque algunos conflictos que sí tienen normas específicas en otras comunidades autónomas no tienen en las Islas ninguna guía.

Es el caso, por ejemplo, del alumnado recién llegado. «Trabajamos la integración en un sentido amplio incluyendo la realidad de los migrantes, por ejemplo, pero también es verdad que hasta ahora no han existido problemas en este sentido y, aunque siempre puede haber algún caso concreto, no es lo general». Así, el director general precisa que «los protocolos surgen ante una necesidad general y por eso siempre existe la posibilidad de redactar nuevos documentos sobre problemas que puedan surgir» y añade que, en Canarias, en la actualidad, existen los de acoso, ciberacoso y maltrato entre iguales, ideación suicida y autolisis, violencia de género, acoso Lgtbiq+ y diversidad sexual y problemas de conducta.

Canarias es la única comunidad autónoma en la que el profesorado que es coordinador de convivencia, además de disponer de una parte de horario para realizar estas labores, también recibe una retribución económica. «El reconocimiento de la labor docente no se basa únicamente en impartir clases y todas esas actividades hay que reconocerlas en horas y con la retribución económica», sentencia el director general quien avanza además que «siempre aspiramos a mejorar».

Y precisamente en cuanto a las mejoras futuras se encuentra también la formación de los profesionales que trabajan a favor de la convivencia escolar. «La formación es algo indispensable en el caso concreto de convivencia positiva, que además se produce a lo largo de todo el curso», explica Cabrera, quien añade que la Consejería de Educación trabaja en la actualidad en una formación específica docente para la nueva figura de bienestar del alumnado.

«No es solo un derecho, sino también una obligación del profesorado estar actualizado constantemente», recuerda Gregorio Cabrera. Y en todo este trabajo, la colaboración de la Consejería de Educación con Sanidad es indispensable. El director general destaca que en el caso de la convivencia escolar es especialmente importante puesto que de ello depende la redacción de protocolos de salud mental o de drogodependencia.

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