Canarias será el campo de pruebas de arrecifes artificiales inteligentes

La Plocan y la ULPGC lideran el proyecto mundial 'Ocean Citizen', que trata de evaluar esta prometedora tecnología de recuperación de los ecosistemas marinos

La Plocan instalará un dispositivo que mide las variables oceánicas esenciales antes de poder comenzar el proyecto. |  | ALEJANDRO QUEVEDO (PLOCAN)

La Plocan instalará un dispositivo que mide las variables oceánicas esenciales antes de poder comenzar el proyecto. | | ALEJANDRO QUEVEDO (PLOCAN) / Verónica Pavés

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Tenerife se convertirá en un campo de pruebas mundial para evaluar la eficacia de los arrecifes artificiales inteligentes, una nueva herramienta que tiene como objetivo recuperar los ecosistemas marinos de todo el mundo. La Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) liderarán este proyecto en Canarias, integrado en el consorcio internacional Ocean Citizen, con el que se desplegarán, en playa San Juan (Guía de Isora), varios dispositivos para comprobar que esta nueva tecnología funciona. Si así fuera, los científicos consideran que puede ser un interesante aliado en la conservación de los océanos, cuyo cuidado es fundamental para la subsistencia del propio planeta y del bienestar humano.

El proyecto se centra en concreto en los bosques marinos, por ser uno de los biomas más perjudicados por la actividad humana. Estos ecosistemas marinos, que engloban pastos, algas, esponjas, corales o gorgonias, se suelen situar cerca de la costa –donde se asienta casi el 70% de la población mundial – lo que los hace más vulnerables que el resto de ecosistemas oceánico. Las amenazan provienen tanto de la explotación costera como por la modificación del litoral que en España. "En España el 50% de la costa se ha modificado", sentencia Nalu Franco, responsable del proyecto de la Plocan. Pero los bosques marinos no son solo costeros. Sin ir más lejos, en Canarias hay otros bosques marinos también en las profundidades, como las grandes extensiones de coral negro que se encuentran a 40 metros de profundidad. De ahí que este proyecto se vaya a desarrollar tanto en tierra como en áreas someras, mesofóticas y hasta plataformas continentales (90-100 metros de profundidad).

Se probarán tres nuevas herramientas: arrecifes inteligentes, acuicultura multitrófica integrada y arrecifes flotantes

Tenerife es uno de los cinco lugares del mundo seleccionados para probar hasta tres nuevas herramientas de ecoingeniería que los científicos esperan que puedan ayudar a las tareas de conservación: Arrecifes Mejorados Inteligentes (SER, por sus siglas en inglés), arrecifes flotantes y acuicultura multitrófica integrada. Los científicos de Ocean Citizen han decidido testearlas en tres ambientes diferentes: tropical, frío templado y subtropical, siendo Tenerife el lugar de pruebas escogido para este último propósito. En el proyecto están representados varios países, entre los que destacan Israel, Italia, Dinamarca, Holanda, Noruega, Francia y Reino Unido, además de España.

Así, en la costa de Guía de Isora, se instalará el próximo año un arrecife artificial inteligente, que actuará como sustrato para reclutar de forma masiva y rápida los organismos que componen esos bosques. A unos 20 kilómetros de este emplazamiento, se instalará una zona de acuicultura multitrófica e integrada. Se trata de un sistema, que se instala por primera vez en España, en el que se facilitará la creación de una cadena trófica entera para que sobreviva por sí solo en un ambiente controlado. "Es un cultivo de acuicultura en el mar donde se integran peces y otros organismos, como filtradores y algas", narra la científica. Será, por tanto, un circuito natural pero cerrado, donde cada organismo se retroalimentará por sí solo. "La excreta del pez servirá de alimento para las algas y filtradores, los primeros extraen de ella el nitrógeno y los segundos las partículas", explica. Las algas también servirán de alimento para los filtradores y estos últimos serán el manjar de los peces. "Tiene muchos beneficios ecológicos", insiste la investigadora que asegura que en ellos se creará una suerte de "economía circular".

La Plocan instalará un sensor para medir variables oceánicas esenciales

Los productos que aparezcan de las interacciones en el sistema de acuicultura, la biomasa, serán utilizados en los arrecifes inteligentes como "abono natural. "Será como cultivar el entorno marino", afirma la responsable. La Plocan ya ha dado comienzo a este proyecto con una primera evaluación del entorno. Para ello ha instalado un sensor que mide las variables oceánicas esenciales (EOV, por su siglas en inglés) en este enclave de la costa sur de Tenerife. Esto no solo permitirá tomar las medidas necesarias para el proyecto, sino que también permitirá a la Plocan ampliar su red de observación costera del proyecto Jerico. "Con esta instalación en Canarias se amplía la toma de medidas, que hasta ahora solo se estaba llevando a cabo en La Palma y Gran Canaria", explica Franco. Esto permitirá, por tanto, "observar tendencias" de forma más exhaustiva, como aquellas que tienen que ver con la salinidad, la temperatura, el pH o la acidez del mar. La información adicional ayudará a entender mejor cómo está perjudicando el cambio climático a las aguas canarias y las corrientes oceánicas, y propiciará que se tomen medidas de conservación más acordes a las necesidades del Archipiélago. El instituto EcoAqua, de la ULPGC, se encargará de la parte de acuicultura.

Greenpeace pide que los países acuerden proteger al menos el 30% de los mares

Este proyecto nace para dar respuesta a la necesidad de cumplimiento de las metas que Naciones Unidas, a través del Plan Estratégico para la Biodiversidad para el período 2011-2022 –también conocidas como metas Aichi–, que nunca se han cumplido. También para atender al propósito con el que nace el 5 de diciembre de 2017, el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible de 2021 a 2030: establecer un marco común capaz de garantizar que la ciencia apoye plenamente los esfuerzos de los países por alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Algunas organizaciones, como Greenpeace, solicitan a los países que se acuerde una protección de al menos el 30% en todos los mares 2030. Una cifra que no es baladí teniendo en cuenta que en la actualidad apenas llega al 3%.

Como recuerdan los científicos, los actos de restauración promueven la biodiversidad, mejoran el secuestro de carbono y aceleran la recuperación costera y la resiliencia mar adentro. El programa que combina, además, la conservación y la restauración con la participación de ciudadano local. "Involucraremos a los buceadores y a los pescadores de la zona para que colaboren en el proyecto", explica Franco. En concreto, se les dotará de una formación específica en la que aprendan a recabar datos y transmitirlos, "así nos ayudarán a realizar la evaluación", afirma la investigadora que sentencia: "su colaboración es muy importante".

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