Un hombre agrede a ocho sanitarios en el Hospital Insular de Gran Canaria

Un hombre de 32 años agredió el pasado 1 de febrero a ocho sanitarios en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, lo que ha llevado al Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas a expresar su repulsa hacia estos actos. «Para nosotros, la violencia y las agresiones son una lacra social que amenaza a la profesión y a la sanidad. El ejercicio médico necesita confianza, seguridad y empatía, pero cuando se producen estos episodios la asistencia sanitaria se ve menoscabada», manifestó este miércoles Marta León, secretaria general de la citada institución. Tal y como informó la profesional, cinco de las víctimas son médicos, si bien solo cuatro de los agredidos decidieron denunciar –tres médicos y una enfermera–. 

Los hechos acontecieron en un área de especialidades a la que el atacante acudió a realizarse una prueba. Al concluir, se dirigió de forma agresiva al personal sanitario y propinó varios puñetazos en el rostro a una doctora, dio un cabezazo a otro médico y mordió a un facultativo en el antebrazo derecho y a una enfermera en la mano derecha. A esta última, también la agarró por su tarjeta identificativa para arrastrar su cuello hacia delante. Además, el agresor atacó con patadas a otros sanitarios que se acercaron a auxiliar a sus compañeros. «Sin duda, se trata de la mayor y más grave agresión a médicos que se ha producido en los últimos 20 años en la provincia», resaltó León. 

Denuncia

Tal y como relató, los especialistas presentaron la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional esa misma tarde y trasladaron lo sucedido al Colegio de Médicos al día siguiente. Inmediatamente, la asesoría jurídica de la agrupación colegial contactó con los doctores para asumir la defensa en el juicio rápido que se celebró esa misma mañana. La sentencia dictaminó una pena de cuatro meses de cárcel, el pago de una multa y una indemnización, así como la prohibición de acercarse a menos de diez metros de estos sanitarios. 

Cabe destacar que las lesiones llevaron a dos de los médicos a causar bajas laborales de 10 días. «Denunciar es clave para acabar con estos actos. No podemos permitir que estos hechos queden en nada y, menos aún, que se sigan cometiendo», valoró la secretaria general, que además aclaró que el 82% de las agresiones a médicos que se registran son verbales y el 18% físicas.

Por lo que concierne a los ámbitos más frecuentes, hay que decir que el 60% de ellas tiene lugar en las consultas de Atención Primaria, mientras que un 30% se registra en las de atención hospitalaria. El 10% restante se distribuye entre los servicios de Urgencias, la atención domiciliaria y en los centros privados. 

«La violencia es una lacra social que amenaza a la profesión sanitaria», anota Marta León

En base a las palabras de León, las agresiones provocan un gran impacto psicológico a los doctores. De hecho, llegan a sentirse inseguros y a desconfiar de los pacientes. «Afortunadamente, las lesiones desaparecen. Sin embargo, cuando un médico sufre algún tipo de agresión queda un daño psicológico que a veces tarda mucho tiempo en desaparecer», aseveró. 

Por su parte, el presidente del Sindicato Profesional de Médicos de Las Palmas, Eric Álvarez, quiso mostrar también su rechazo hacia estos episodios y poner en valor la importancia de mejorar los protocolos. «En nuestro programa especial está el hecho de inducir a la administración a generar el protocolo adecuado para proteger a los profesionales», apuntó. Y es que, a su juicio, son muchos los centros que no cuentan con los vigilantes de seguridad necesarios ni con cámaras instaladas en zonas en las que se registra una gran presión asistencial. «Los mecanismos de seguridad son insuficientes tanto en los centros de salud como en los hospitales», subrayó. 

Desde la agrupación, exigen a la administración sanitaria que ejecute las medidas pertinentes para evitar que se sigan produciendo situaciones de este tipo, y que refuerce el respaldo que se le brinda a los profesionales. «A veces, reciben respuestas bastante tibias y muchos médicos deciden no hacer nada porque han visto que en otras ocasiones no han tenido el apoyo suficiente», defendió Álvarez. 

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