Valeria, adoptada cuando su madre tenía 64 años: "No es bonito ni es un ejemplo a seguir"

En España, la ley fija los 45 años como la edad máxima para adoptar, pero algunas personas recurren a alternativas: adoptar en países con leyes más laxas, la fecundación in vitro o los vientres de alquiler

Valeria, adoptada cuando su madre tenía 64 años: "No es bonito ni es un ejemplo a seguir"

PI STUDIO

Valeria fue adoptada cuando era un bebé por sus padres, quienes eran mayores y deseaban tener un hijo para compartir los últimos años de sus vidas con él. Sus padres la adoptaron en otro país con leyes más permisivas, gracias a la ayuda de un primo de su madre que tenía contactos en ese lugar. Valeria no recuerda su infancia en Latinoamérica, ni tampoco tiene muchos recuerdos de su padre, quien falleció cuando ella tenía cinco años y ya era mayor.

A pesar de que Valeria quiere mucho a su madre, reconoce que no es un ejemplo a seguir tener hijos a una edad avanzada, según ha contado al medio Yasss, de Mediaset España. Ella sintió mucha soledad durante su infancia, ya que su madre tenía problemas físicos y no podía realizar todas las actividades que ella quería. Además, Valeria asumió muchas responsabilidades a una edad temprana, como cuidar de su madre y bañarla, controlar su medicación y renunciar a ir a la universidad con sus amigas porque alguien tenía que cuidar a su madre. Valeria reflexiona sobre cómo se normalizan estas situaciones como hijos, pero que en realidad no son normales.

En definitiva, la historia de Valeria demuestra los retos y obstáculos que pueden presentarse cuando los padres adoptan a un niño a una edad avanzada, y los efectos que esto puede tener en la vida del niño y en su desarrollo emocional.

Valeria abre su corazón y confiesa sus sentimientos encontrados acerca de su adopción. Agradece infinitamente a su madre por haberla cuidado y querido tanto, pero también ha sentido rencor en ocasiones. Reconoce que su madre tomó la decisión de adoptarla a una edad avanzada de manera egoísta, lo cual ha reconocido y se siente culpable en ocasiones. Sin embargo, Valeria no quiere que su madre pase sus últimos años de vida en tristeza y culpabilidad, por lo que le quita importancia. Valeria cuida a su madre y estará a su lado mientras ella viva, pero cuando ya no esté, empezará a vivir su vida.

Al hablar de la muerte, Valeria admite sentir mucha tristeza. Desde los nueve años ha tenido miedo a la muerte, lo cual la ha llevado a tener etapas muy duras. Valeria ahora es un poco hipocondríaca, pero ya no sobreprotege a su madre. La protege porque no le queda otra opción, pero a veces se siente atrapada en una prisión voluntaria, mientras sus amigas viajan, estudian o comienzan a trabajar.

Los comentarios de la gente tampoco ayudan a Valeria, algo a lo que se ha acostumbrado a lo largo de su vida. Ha escuchado desde burlas de compañeros hasta padres de otros niños que la llaman "pobrecita". También ha escuchado comentarios despectivos de gente que no entiende la decisión de sus padres. Valeria cree que se debe proteger a los niños siempre.

Respecto a la reciente noticia de la maternidad de Ana Obregón, que ha viajado hasta Miami para recoger a su hija, un bebé nacido por gestación subrogada o vientre de alquiler, Valeria no da una opinión explícita. En su lugar, ella explica su propia experiencia y lo difícil que ha sido para ella ser adoptada y lidiar con los comentarios de la gente.

En resumen, Valeria expresa sus sentimientos encontrados acerca de su adopción y la muerte de su madre. También comparte su experiencia con los comentarios de la gente y su opinión sobre la protección de los niños. Aunque no da una opinión explícita sobre la maternidad de Ana Obregón, su experiencia personal proporciona una perspectiva valiosa sobre el tema.

En una conversación con Valeria sobre la muerte, ella expresa sentir una gran tristeza. Aunque la muerte de su padre no la afectó, la muerte de su madre es un tema presente en su vida. Desde los nueve años, Valeria ha tenido miedo a la muerte y las enfermedades, lo que la ha llevado a ser un poco hipocondríaca. Actualmente, Valeria protege a su madre, quien tiene casi 90 años, pero sabe que le queda poco tiempo de vida. Esto la ha llevado a sentirse atrapada en una "prisión voluntaria" mientras que sus amigas disfrutan de sus vidas.

Valeria también ha tenido que lidiar con comentarios despectivos y burlas debido a la decisión de sus padres de tenerla a una edad avanzada. Ha escuchado de todo, desde burlas de compañeros de clase hasta padres de otros niños diciéndole "pobrecita". También ha escuchado comentarios despectivos de amigos y conocidos que no entendían la decisión de sus padres. Valeria opina que es importante proteger a los niños en estas situaciones.

En cuanto a la reciente noticia de la maternidad de Ana Obregón mediante gestación subrogada o vientre de alquiler, Valeria opina que es una imprudencia y que no le desea a la niña los comentarios despectivos que seguramente tendrá que aguantar cuando crezca. Valeria reflexiona sobre la realidad de que hay muchas personas mayores que desean ser padres, pero hay muchos vacíos legales en torno a la adopción y la reproducción asistida. Considera que no es ético ni responsable recurrir a alternativas como los vientres de alquiler o clínicas de fecundación in vitro que se pasan la ética por donde quieren.