Nueva y preocupante alerta alimentaria: cuidado con la compra de pollo envasado

Los nutricionistas tienen un mensaje para todos los consumidores, y lejos de ser positivo, se trata de una alerta sobre uno de los hábitos de compra que la mayoría de los consumidores españoles asumen en su rutina diaria. 

Se advierte de la compra de productos, especialmente carne, que vienen envasados. Aunque muchos creen que es una práctica recomendada, la realidad es que no tiene tantos beneficios como se piensa. Por esta razón, varios especialistas lanzan un mensaje relacionado con las consecuencias de optar por este tipo de productos. 

Bandejas de pollo envasado

¿Eres de los que compran pollo envasado en el supermercado? Si tu respuesta es afirmativa, debes prestar atención. Es posible que, sin ser consciente, seas siendo víctima de tu propia falta de conocimiento.

Varios nutricionistas confirman que algunas bandejas de pollo envasado pueden contener grandes cantidades de agua

Varios nutricionistas confirman que algunas bandejas de pollo envasado pueden contener grandes cantidades de agua. Esto ocurre con cualquier tipo de corte de carne, incluso con cortes muy finos. Aunque es normal que el pollo contenga cierta cantidad de agua, no es normal cuando las cantidades superan lo habitual.

"Cuando lo cocinas en la sartén, lógicamente se reduce, encoge, y podrías no estar obteniendo lo que esperabas. Es inofensivo para las personas, pero es importante leer las etiquetas", señaló el nutricionista Pablo Ojeda.

Por lo tanto, enfatiza la importancia de revisar las etiquetas de los productos que compramos, sobre todo porque podrías se paga un precio que no es completamente justo por un producto que no cumple con tus expectativas.

Como insistió el nutricionista, "Cuando lo compras al corte, directamente del pollero, por lo general es pollo. Pero cuando lo compras envasado... asegúrate de leer la etiqueta".

Nunca laves el pollo con agua

A pesar de la presencia de agua en el pollo, es importante destacar los peligros de una práctica muy común: la limpieza del pollo antes de cocinarlo. Un estudio realizado por la agencia de seguridad alimentaria británica, la Food Standards Agency, reveló que hasta el 40% de la población británica lavaba el pollo.

Sin embargo, como señalan varios expertos en numerosas ocasiones, esta práctica es muy peligrosa. Aunque creamos que estamos eliminando las bacterias, en realidad estamos fomentando su propagación, lo que puede dar lugar a intoxicaciones alimentarias.

Por lo tanto, se recomienda cocinar adecuadamente la carne, ya que la mejor manera de eliminar las bacterias es sometiéndolas a temperaturas adecuadas. Además, es aconsejable mantener los utensilios siempre limpios y separar el pollo de otros alimentos, utilizando recipientes diferentes.

La carne de pollo se caracteriza por ser muy magra, ya que tiene poca grasa infiltrada y la mayor parte se encuentra debajo de la piel. Por lo tanto, si eliminamos la piel, también estaremos eliminando la mayor parte de la grasa. Si un plato requiere utilizar la piel, es importante tener en cuenta que al cocinarla, la grasa se funde y se infiltra en la carne. Por lo tanto, si queremos disfrutar de pollo sin grasa, es preferible quitar la piel antes de cocinarlo.

Este alimento es fácil de comer y digerir debido a su bajo contenido de colágeno y además, es rica en agua

Este alimento es fácil de comer y digerir debido a su bajo contenido de colágeno. Además, es rica en agua, lo que la hace más susceptible desde el punto de vista microbiológico, ya que la presencia de agua facilita el crecimiento de microorganismos patógenos o que pueden alterar su calidad.

En cuanto a los micronutrientes, la carne de pollo contiene una cantidad similar de vitaminas y minerales en comparación con otras carnes, pero tiene menos contenido de hierro. Respecto al colesterol, también contiene una cantidad comparable a otras carnes, pero al ser menos grasa, su contenido de colesterol es menor. Si se consume con piel, el aporte de colesterol será similar al de otras carnes.