Este es el caracol gigante africano, que ha activado todas las alarmas en Canarias

Puede causar meningoencefalitis eosinofílica en humanos, con un síndrome neurotóxico que puede ser mortal | Los síntomas incluyen dolor de cabeza pulsátil persistente, hiperestesia cutánea, temblores, ataxia, parálisis y pérdida de peso

Encuentran en Canarias especímenes de los peligrosos caracoles gigantes africanos

TVC

La detección del caracol gigante africano, conocido como Lissachatina fulica, en las Islas Canarias ha generado preocupación en la sociedad tinerfeña. La Red de Detección e Intervención de Especies Exóticas Invasoras en Canarias (REDEXOS) confirmó la presencia de esta especie invasora y la calificó como peligrosa. Esta especie de caracol puede transmitir una forma de meningitis, lo cual ha alarmado a la comunidad científica. Además, representa un riesgo para la agricultura.

El portavoz de la Fundación Neotrópico, Jaime de Urioste, advierte sobre el alto riesgo de establecimiento de poblaciones estables de este caracol en Canarias. Las condiciones climáticas favorables, la disponibilidad de alimentación adecuada y la ausencia de depredadores naturales aumentan la probabilidad de su expansión. Esto supone un peligro tanto para los cultivos como para las especies vegetales autóctonas de la región.

Caracol gigante africano

Caracol gigante africano

En términos de riesgos sanitarios, es necesario analizar los ejemplares capturados para determinar si son portadores de patógenos o parásitos. De Urioste destaca que existe una diferencia entre los ejemplares criados en cautividad y aquellos que provienen de la naturaleza y han estado en contacto con organismos peligrosos para la salud humana en sus países de origen.

20 centímetros de longitud y 12 centímetros de diámetro

El caracol gigante africano se caracteriza por su gran tamaño, con una concha cónica y enrollada formando entre cinco y nueve espirales. Puede superar los 20 centímetros de longitud y alcanzar hasta 12 centímetros de diámetro. Su concha tiene una columela truncada y una apertura ovalada, y su superficie muestra estrías de crecimiento. Presenta un patrón de bandas longitudinales de color marrón-rojizo alternado con bandas claras o violetas.

Caracol gigante

Caracol gigante

En cuanto a su anatomía, este caracol tiene dos pares de tentáculos en la cabeza. El par superior cuenta con ojos en las puntas, mientras que los tentáculos inferiores son más cortos y tienen función táctil.

La peligrosidad de este caracol radica en su alto potencial zoonótico para transmitir los parásitos Angiostrongylus cantonensis y Angiostrongylus costaricensis. El contagio ocurre mediante el contacto con sus secreciones mucosas, la ingestión accidental de alimentos contaminados con heces y mucus de los caracoles hospedadores intermediarios, o la ingestión directa de estos caracoles gigantes africanos.

En caso de contagio en humanos, se produce una respuesta inmune que resulta en una alta eosinofilia y reacciones inmunes desproporcionadas. Además, el género también puede transmitir cepas patógenas de Salmonella spp., Arizona spp., Shigella sonnei y Aeromonas hydrophilla, con efectos patógenos.

Puede causar meningoencefalitis eosinofílica

La Angiostrongylus cantonensis puede causar meningoencefalitis eosinofílica en humanos, con un síndrome neurotóxico que puede ser mortal. Los síntomas incluyen dolor de cabeza pulsátil persistente, hiperestesia cutánea, temblores, ataxia, parálisis y pérdida de peso. También puede haber shock anafiláctico como resultado de la respuesta inmune a las fases larvarias del parásito.

Este es el caracol gigante africano, que ha activado todas las alarmas en Canarias

Este es el caracol gigante africano, que ha activado todas las alarmas en Canarias

Además, produce angiostrongilosis abdominal, que suele ser mortal sin tratamiento. Los pacientes experimentan dolor, generalmente localizado en el área ilíaca y/o el flanco derecho, fiebre (rara vez acompañada de escalofríos), anorexia, vómitos y estreñimiento.

Este animal está incluido en el RD 630/2013, que regula el catálogo español de especies exóticas invasoras, lo que subraya la necesidad de controlar y gestionar esta especie en Canarias