Estudio científico

El deshielo del polo norte podría provocar más olas de calor en los veranos de Europa

Un termómetro indica una temperatura de 41ºC durante la cuarta ola de calor del verano, a 22 de agosto de 2023.

Un termómetro indica una temperatura de 41ºC durante la cuarta ola de calor del verano, a 22 de agosto de 2023. / Jorge Gil / Europa Press

El clima terrestre funciona como un enorme efecto mariposa por el que, muchas veces, aunque no lo parezca, eventos tan lejanos y aislados como el deshielo de los polos pueden acabar provocando consecuencias a cientos de miles de kilómetros de distancia. El estudio que protagoniza esta noticia es un ejemplo de ello. Un análisis del Centro Nacional de Oceanografía de Reino Unido (NOC) desvela que el deshielo de las zonas heladas situadas en el extremo norte del planeta está provocando un flujo inusual de agua fría en las aguas del Atlántico Norte y esto, a su vez, está causando olas de calor cada vez más severas en Europa. "La alteración de los océanos está influyendo al clima global", concluye el trabajo.

La investigación, publicada este mismo miércoles en la revista especializada 'Weather and Climate Dynamics' de la Unión Europea de Geociencias, apunta a una relación directa entre la cantidad de agua derivada del deshielo que se filtra en  los océanos del norte del planeta y la frecuencia y severidad de las olas de calor que afectan a esas latitudes del globo. O dicho de otra manera, el estudio encuentra un vínculo directo entre deshielo y extremos de calor en Europa. "Este fenómeno nos permitiría predecir incluso con meses o años de antelación la llegada de veranos más cálidos y secos de lo normal", apuntan los autores de este análisis.

La dinámica descrita por este estudio es la siguiente. El deshielo de los casquetes polares situados en el extremo norte del planeta está provocando una irrupción elevada de agua fría y dulce en el Atlántico Norte. A partir de ahí se observan, por ejemplo, un cambio en la temperatura de las aguas y hasta una alteración de las propias corrientes oceánicas y de la salinidad de las aguas. Esto, a su vez, acaba provocando una serie de alteraciones en la atmósfera. Por ejemplo, alterando la temperatura del aire. O las dinámicas de evaporación y de precipitaciones. El resultado final, según apuntan los investigadores que han liderado este trabajo, es que una mayor tasa de deshielo crea las condiciones favorables para que surjan veranos más extremos en Europa.

Pronóstico de este año

"Basándonos en la cadena de eventos identificada, esperamos que las condiciones sean favorables para un verano inusualmente cálido y seco en el sur de Europa este año", comenta Marilena Oltmanns, la investigadora principal detrás de este estudio. "Dependiendo del recorrido del agua dulce en el Atlántico Norte, también esperamos un verano cálido y seco en el norte de Europa dentro de los próximos cinco años", añade esta experta quien, además, apunta a la importancia de incorporar las observaciones oceánicas en los modelos climáticos para así poder capturar mejor todos los fenómenos que influyen en el clima terrestre tanto presente como futuro.

Los expertos pronostican que el próximo verano será más cálido de lo normal, así como los cinco siguientes

La Organización Meteorológica Mundial, por su parte, también apunta a que este 2024 podríamos vivir el enésimo verano más cálido de lo normal. Según informó la entidad en un informe publicado a principios de enero, este año se espera que el patrón climático natural de 'El Niño', que está aumentando la temperatura de las aguas del Pacífico tropical, contribuya a elevar aún más los termómetros durante todas las estaciones. En regiones como Europa, este fenómeno podría ser especialmente virulento en verano. Todavía es pronto para afirmarlo con exactitud pero, al menos por el momento, todo apunta a que la temperatura seguirá más alta de lo normal durante los próximos meses y de cara al verano se espera un aumento destacado de los termómetros.

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