Elige el mejor tomate cuando vayas al supermercado: fíjate en este detalle

Detectar que están en su punto no siempre es fácil

Tomates en una frutería de Barcelona.

Tomates en una frutería de Barcelona.

Aunque muchos siguen dudando si es una verdura, el tomate es una fruta imprescindible en la dieta mediterránea. Los beneficios de este alimento son muchos y su sabor hace que sea consumido tanto en los meses más calurosos, en gazpacho y el salmorejo, como en los meses más fríos, ya que se presenta como el elemento base perfecto para cualquier salsa o ensalada.

El tomate tiene su origen en el continente americano y fue introducido en Europa por los conquistadores españoles. No obstante, no fue cultivado con fines alimentarios hasta el siglo XVIII, cuando comenzó a hacerse realmente popular. Dada su versatilidad y sabor, el tomate cuenta hoy en día con diversas variedades y países productores, por lo que el momento de selección en el supermercado puede ser un poco complejo.

¿Qué tomate está bueno?

Detectar que están en su punto no siempre es fácil, fíjate en estos detalles para una correcta selección:

  • Un buen tomate tiene que tener la piel tersa y brillante y una textura consistente, ni muy dura ni muy blanda. Este detalle
  • Si lo apretamos suavemente no debe notarse blando, sino más bien consistente. Esto es señal de que está maduro pero no pasado.
  • No debe estar excesivamente duro, esto puede significar que se ha cultivado en invernadero y conservado en cámara frigorífica, lo que hace que el tomate pierda sabor.
  • Debes evitar seleccionar los que tienen la piel dañada
  • Observa que no existan zonas blandas, puede significar que ha sido dañado por algún golpe y su conservación será mínima
Plantación de tomates.

Plantación de tomates. / LP/DLP

Beneficios del tomate para la hipertensión

Consumir entre uno y dos tomates al día reduce en un 35% el riesgo de hipertensión, una enfermedad que aumenta con la edad, al igual que sus consecuencias en la salud, y que en regiones como Canarias afecta a una de cada cuatro personas adultas y a una de cada dos mayores de 65 años. Así lo señala el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Lluis Serra Majem, uno de los autores del estudio nacional que ha evaluado durante tres años a una población de más de 7.000 personas -el 82,5% diagnosticados como hipertensos-, analizando si el consumo de tomate está asociado con la presión arterial sistólica y diastólica.

«La hipertensión es uno de los principales problemas de salud pública a nivel global, es el principal factor de riesgo de muerte, por encima de la obesidad y del colesterol, así como de otras enfermedades. De ahí la importancia de este estudio donde se analiza durante tres años en un número significativo de población adulta de toda España, incluida Canarias, la relación entre la enfermedad y el consumo de tomate», apunta el investigador de la ULPGC.