La crisis climática revienta los gráficos: el planeta bate récords de temperatura, deshielo y aumento del nivel del mar

La crisis climática está "reventando todos los gráficos" que monitorizan el bienestar del planeta. Según alerta el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (WMO), el año pasado fue "con mucho margen" el más cálido jamás registrado en el conjunto del planeta. Durante ese periodo también se batieron récords de calor en los océanos, de aumento del nivel del mar y de deshielo en varios puntos del globo. "Estas cifras son una señal de alerta roja para el mundo", destaca Celeste Saulo, secretaria general de esta entidad durante la presentación de este último gran informe sobre la salud planetaria.

Las cifras hablan claro. El 2023 fue el año más cálido jamás registrado en el conjunto del planeta, con una temperatura media hasta 1,45 grados por encima de la línea roja que marca el avance del calentamiento global. Durante este periodo, además, los océanos sufrieron un auge sin precedentes de olas de calor extremas; los glaciares europeos y norteamericanos registraron la mayor pérdida de hielo desde que existen registros; y la extensión de hielo marino en la Antártida fue la más baja jamás observada por nuestra especie. La pérdida de hielo del sur del planeta equivaldría a borrar del mapa a Francia y Alemania juntas. Los registros muestran que también hemos batido récords en cuanto al aumento del nivel del mar, a la acidificación de los océanos y a la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

"Esto va mucho más allá de unos récords de temperatura, la crisis climática está estrechamente entrelazada con otras crisis sociales"

Celeste Saulo

— — Directora de la Organización Meteorológica Mundial

"La crisis climática es el desafío decisivo para la humanidad", añade Saulo. "Esto va mucho más allá de unos récords de temperatura. La crisis climática está estrechamente entrelazada con otras crisis sociales como, por ejemplo, el aumento de la seguridad alimentaria en muchas zonas del planeta y los desplazamientos de población debido a desastres naturales", añade la portavoz de la Organización Meteorológica Mundial. En este sentido, el informe alerta de un aumento en la cifra de personas en riesgo extremo de sufrir inseguridad alimentaria (que se han duplicado desde la pandemia hasta alcanzar los 333 millones) así como de las víctimas de desplazamientos tras el impacto de eventos climáticos extremos. 

Clima extremo

El fuerte aumento de los termómetros registrado en los últimos meses también ha provocado un nuevo aumento de eventos climáticos extremos como, por ejemplo, "inundaciones, ciclones tropicales, condiciones de calor y sequía extrema y un incremento de los incendios". El año pasado, por ejemplo, el paso del ciclón Daniel por el Mediterráneo causó estragos en Grecia, Bulgaria, Turquía y Libia. Durante el verano, en los países mediterráneos se registraron algunas de las olas de calor más extremas del planeta que dejaron temperaturas cercanas a los 50 grados y que, según apuntan algunos estudios, provocaron hasta 70.000 muertes prematuras. Todo esto, a su vez, intensificó aún más las condiciones de sequía extrema en regiones como Catalunya.

Según explican los expertos que han elaborado este análisis, gran parte de los récords climáticos batidos en los últimos meses están directamente relacionados con la dinámica del calentamiento global causado por nuestra especie tras siglos de emisiones descontroladas de gases de efecto invernadero que, además, incluso a día de hoy siguen al alza y batiendo récords. Pero también hay una parte de este fenómeno que se explica por el impacto del ciclo natural de El Niño, que se inició el verano pasado y que, aunque ahora parece que esté decayendo, todo apunta a que seguirá impulsando un aumento de los termómetros en los meses venideros. 

Naciones Unidas advierte que la factura climática no deja de crecer año tras año

El informe de Naciones Unidas también advierte que la factura climática no para de crecer y que cada año provoca pérdidas que ascienden a miles de millones. Sobre todo en aspectos relacionados con el impacto de extremos climáticos como, por ejemplo, la reconstrucción de ciudades destrozadas por un temporal o una inundación extrema o, sin ir más lejos, las medidas extraordinarias que se tienen que tomar para conseguir agua en territorios afectados por sequías extremas como Catalunya. El año pasado, el paso del huracán Otis por México causó casi 50 decesos y pérdidas equivalentes a 15.000 millones de dólares. Los incendios de Hawái, por su parte, le costaron la vida a un centenar de personas y causaron pérdidas de más de 5.600 millones de dólares.

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