Salud mental

El estrés laboral multiplica por cinco los riesgos del tabaco y el alcohol juntos: casi 4 de cada 10 trabajadores lo sufre

La sobrecarga laboral es ya el segundo problema de salud más frecuente relacionado con el trabajo y puede estar detrás del 80% de las enfermedades: “No las provoca, pero las puede agravar”, apuntan los médicos 

El estrés se ha normalizado entre los trabajadores.

El estrés se ha normalizado entre los trabajadores. / SHUTTERSTOCK

Olga Pereda

Tras los dolores musculares o de cabeza, el estrés es el problema de salud más frecuente relacionado con el trabajo, según Eurostat (Oficina Europea de Estadística). La comunidad médica avisa de que el estrés es un trastorno con más riesgo que el tabaco y el alcohol. Estamos delante de una pandemia muy peligrosa que tiene, además, una amenaza añadida: al contrario de lo que ocurre con otros problemas de salud, el estrés se ha normalizado. Tanto que los trabajadores estresados están bien vistos.

Estar constantemente pensado en el trabajo y los problemas de sueño son dos claros síntomas de estrés laboral

La última encuesta europea de condiciones de trabajo (2021) no menciona la palabra estrés sino ansiedad, un síntoma que afecta al 37% de los empleados. Por delante está el dolor físico, ya sea muscular (65%), de espalda (63%), de piernas (40%) y de cabeza (58%). En 2015, la encuesta europea de condiciones de trabajo sí que preguntó directamente por el estrés. El 30% de los encuestados aseguraron sufrirlo “siempre o casi siempre” frente al 23% de los que lo hicieron en la encuesta de 2010.

“El estrés crónico es una situación de tensión física y emocional cuyo factor de riesgo es cinco veces superior al del tabaco y el alcohol juntos”

— Víctor Vidal

— Médico y divulgador

Detrás del 80% de las enfermedades

El estrés no es una enfermedad. Es, en palabras del médico Víctor Vidal, la antesala de la enfermedad. “El estrés crónico es una situación de tensión física y emocional cuyo factor de riesgo es cinco veces superior al del tabaco y el alcohol juntos”, asegura Vidal, inspector médico de la Seguridad Social con más de 15 años de experiencia en la investigación del estrés. El estrés, insiste, puede estar detrás de hasta el 80% de las enfermedades. “No las provoca, pero las puede agravar”, matiza el médico, autor del ensayo 'Los enigmas del cuerpo humano'.

La relación entre estrés y enfermedad no es nueva. Ya la confirmaron, en 1967, los psicólogos Thomas Holmes y Richard Rahe, creadores de una lista de eventos traumáticos o estresantes. La muerte del cónyuge (valorado con 100 puntos) y el divorcio (73 puntos) ocupan los dos primeros lugares de la escala, que incluye también aspectos laborales. Por ejemplo, un despido (47 puntos), un cambio de responsabilidad (29 puntos) o problemas con la jefatura (23 puntos).

¿Qué es el estrés?

El estrés, según la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, puede entenderse como “una sobrecarga para el individuo”. Esta sobrecarga depende tanto de las demandas de la situación, como de los recursos con los que cuenta el individuo a para afrontar dicha situación.

Al igual que con la ansiedad (máxima preocupación por el futuro), el estrés (máxima preocupación por el presente) es una respuesta del cuerpo ante una situación amenazante o difícil. “Es una reacción fisiológica”, añade el psicólogo y terapeuta Luis Miguel Real, autor del ensayo sobre psicología 'No pienses en un oso verde'. Igual que hay una ansiedad buena (estar nervioso ante una reunión de trabajo importante y preparársela bien) y otra mala (trastorno por ansiedad), con el estrés sucede lo mismo. El 'eustrés' es el estrés bueno, el que activa el cuerpo y es ajustado y proporcionado. El ‘distrés’ es el malo, el que “nos desborda y provoca palpitaciones, dolores de cabeza, sudores y problemas de sueño”, explica el doctor Vidal.

“A veces somos nosotros mismos lo que tenemos demasiadas expectativas sobre lo que deberíamos rendir. Otras veces, caemos en el estrés porque nos comparamos con compañeros”

— Luis Miguel Real

— Psicólogo y divulgador

El estrés laboral –destaca el psicólogo Real– se genera cuando las exigencias laborales hacen llegar al límite a los trabajadores y las trabajadoras, ya sea por el elevado número de horas o porque la tarea es muy exigente. El origen del estrés no siempre está en la empresa o en la jefatura de la organización, sino en factores individuales. Es decir, el trabajador. “A veces somos nosotros mismos lo que tenemos demasiadas expectativas sobre lo que deberíamos rendir. Otras veces, caemos en el estrés porque nos comparamos con compañeros”, destaca el psicólogo.

Oficinas con gimnasio

El médico Javier Padilla, actual secretario de Estado de Sanidad, y la psiquiatra Marta Carmona han diseccionado en el ensayo ‘Malestamos’ la desesperanza, el cansancio, la falta de expectativas y el estrés que sufre gran parte de la sociedad en la actualidad. Las vidas vivibles, las ciudades vivibles y los horarios laborales vivibles son un escudo de protección frente al estrés laboral. Pero Padilla y Carmona ponen un ejemplo de lo contrario: las ciudades financieras donde entras a trabajar a las ocho de la mañana y sales a las diez de la noche. “Eso sí –insisten–, han acondicionado una zona de gimnasio porque se supone que la salud que te quita el trabajo te la da el deporte". “Vivimos en ciudades que parecen selvas con semáforos”, añade el doctor Vidal.

El psicólogo Real advierte de que hay dos claros síntomas de sufrir un trastorno por estrés. El primero es estar constantemente pensado en el trabajo y realizando tareas laborales (aunque sean pequeñas) durante el tiempo de vida personal. El segundo son los problemas de sueño.

¿Hay remedio?

¿Tiene ‘remedio’ el estrés? “La terapia ayuda”, responde el psicólogo, quien añade que, en consulta, los terapeutas pueden ayudar a los pacientes a darse cuenta de la necesidad de cambiar conductas. “No puede ser que el trabajo nos invada la vida y que ya no distingamos cuándo trabajamos o cuándo vivimos”, insiste. Sin embargo, Real concluye que el estrés es un problema colectivo que merece una respuesta por parte de las autoridades. “Si eres camarero o profesor y trabajas en Mallorca y el suelo no te da para pagar el alquiler, da igual si vas o no al psicólogo”, ironiza.

“La responsabilidad de combatir (y sobrevivir) a la pandemia del estrés es de todos, también de las empresas y el Gobierno”, corrobora el doctor Vidal. El problema es titánico porque el estrés se ha normalizado. “No solo eso, sino que, al contrario de lo que ocurre con el alcohol y el tabaco, la persona estresada está bien vista”, alerta.

En opinión de Vidal, la primera medida urgente para combatir el estrés crónico entre los trabajadores es la creación de departamentos de bienestar en las empresas, con programas de prevención y protocolos. “Los departamentos de recursos humanos no prestan atención a la salud mental. Se prioriza cómo se sienta el trabajador en su silla y no cómo se siente”, concluye. 

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