J. T. N., de 49 años, el vecino del municipio pontevedrés de Portas que estranguló en la madrugada de ayer a su pareja, lo hizo en presencia de sus seis hijos, según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil.

La víctima, María del Carmen Barcala Rebolo, de 42 años, era natural de la parroquia de Rubiáns, donde residió hasta que le fue expropiada la vivienda para realizar la carretera de circunvalación de Vilagarcía, y optó por construir una casa en Portas, donde residía en la actualidad.

ALERTA. Los hechos ocurrieron a las cinco de la madrugada en el domicilio conyugal, situado en el lugar de Mourigán, donde el ahora detenido estranguló a su mujer, según indicaron las mismas fuentes, que informaron de que el acto fue presenciado por los hijos de la pareja, uno de los cuales, el mayor, de 22 años, fue el que alertó a la Guardia Civil.

El presunto asesino fue detenido en un cruce de carreteras cercano, poco después de producirse el suceso, gracias a la colaboración ciudadana, ya que fueron unos vecinos los que dijeron a la Guardia Civil la zona en la que habían visto al agresor.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra indicaron que no existían antecedentes ni denuncias por malos tratos en esta familia, aunque últimamente la relación entre la pareja no era buena, según fuentes de la investigación.

La víctima trabajaba en un restaurante situado en la carretera de Vilagarcía.

El alcalde de Portas, Roberto Vázquez, se mostró sorprendido por los hechos ocurridos. "Nunca llegó a mis oídos que tuvieran problemas, pero como llevaban muy poco tiempo en este municipio, apenas tenían relación con el resto de los vecinos, porque, además, trabajaban fuera", dijo.

El regidor conocía a la mujer, "con la que hablé una sola vez. Era fuerte, agradable y se la veía con mucha vitalidad. Es una desgracia que le cortasen así su vida, esto no se puede consentir".

Roberto Vázquez aseguró que el Ayuntamiento declarará tres días de luto por la muerte de esta vecina.

El regidor reiteró desconocer desavenencias en el matrimonio: "Nunca escuché que hubiera con él ningún problema. Tampoco lo comentó nunca ningún vecino".