Según ha informado a Efe un portavoz de la empresa Skydive Lillo, el hombre fallecido, cuyas iniciales eran J.A., tenía el título profesional de instructor de paracaidismo y unos 1.500 saltos de experiencia, pero no era trabajador de la escuela, sino que el salto lo realizaba "practicando deporte" como cliente.

El representante de Skydive Lillo, que fue testigo del accidente, que ocurrió ayer, ha relatado a Efe que J.A. tuvo un salto normal, pero que durante los pasos a la carrera siguientes necesarios tras tomar tierra, se trastabilló y cayó de bruces.

Después estaba consciente y se acomodó él mismo en la camilla de los equipos médicos que llegaron al lugar.

El testigo ha explicado que unas dos horas después, cuando se encontraba en el interior de la UVI móvil que le iba a trasladar a un centro sanitario, entró en parada cardiorrespiratoria por una hemorragia intracraneal, según dijo un médico.

El último accidente mortal en Lillo se produjo en septiembre, cuando falleció un paracaidista alemán.

El portavoz de la escuela de paracaidismo ha señalado que en Lillo hacen unos 40.000 saltos anuales.