Ana del Rosario aún tiene el rostro desencajado por el susto. En la mañana de ayer regresó a su casa, ubicada en uno de los bloques de Parque Central, cerca de La Ballena, tras permanecer varias horas ingresada en el servicio de urgencias del hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, donde se recuperaba de los efectos de la inhalación de humo provocado por el incendio que en horas de la madrugada se originó en la cocina de su vivienda. Seis personas precisaron de asistencia hospitalaria por problemas respiratorios y una de ellas por quemaduras leves en los miembros superiores.

A plena luz del día, Ana comprueba que la cocina de su casa, situada en un quinto piso de uno de los edificios de la Avenida Parque Central, ha quedado completamente destrozada. Se derrumba cuando advierte que el mobiliario innovado hace apenas unos años está calcinado. El fuego también hizo estragos en el resto de la casa, inundándolo todo de hollín.

Afortunadamente, los enseres de las otras estancias no han sufrido daños importantes y los electrodomésticos del salón aparentemente están en perfecto funcionamiento. Ana reflexiona que "lo más importante es que hemos vuelto a nacer, porque si mi marido no se despierta hubiéramos muerto asfixiados por el humo. Estamos vivos, es un milagro", añade.

Dice Ana del Rosario que su hijo de 27 años demostró una tremenda entereza y agilidad mental a la hora de enfrentarse a las llamas. "Fue el que más tiempo estuvo expuesto al fuego y al humo, porque entró en la cocina en llamas y sacó la bombona de butano que había en la terraza". Por ello, no sólo tuvo que ser atendido por los equipos sanitarios por asfixia sino también por quemaduras leves sufridas en los brazos. Ayer se recuperaba en su habitación de la tensión vivida en las últimas horas, intentando conciliar el sueño.

El fuego se desató sobre las cuatro de la madrugada en la cocina de la vivienda, extendiéndose rápidamente el humo por el resto del inmueble. De hecho, la humareda fue tan intensa que afectó a otras viviendas situadas en plantas superiores.