El accidente mortal ocurrido a primera hora de la tarde de ayer en la Avenida Marítima provocó un embotellamiento en la vía de casi seis kilómetros de longitud en dirección Sur. La fila de vehículos alcanzó desde la Estación de Guaguas de San Telmo, en donde ocurrió la trágica colisión, hasta la plaza de Belén María, y atrapó a unos 3.000 vehículos sobre la vía capitalina, aunque afectó a muchos más en las calles de acceso a la vía, cuyo tráfico también se vio ralentizado.

Muchos salían de sus puestos de trabajo, otros aprovechaban el excelente día que hacía ayer en la Isla para coger el coche y viajar al Sur y disfrutar del día de descanso que dejaban los temporales que han ido amenazando al Archipiélago en los últimos días. Pero la colisión les hizo retrasar, durante casi dos horas, su desplazamiento por la principal vía de tráfico de la capital grancanaria.

Sobre las 13.20 horas de ayer ocurrió la colisión y posterior atropello mortal del motorista de 35 años. Día laborable en la Isla, pero puente para algunos trabajadores, lo que hizo que las incidencias no fueran mayores. Según fuentes de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria, el tráfico rodado en la capital era ayer la mitad de un día normal, lo que provocó que las retenciones por el cierre de dos de los tres carriles de circulación no se vieran agravadas.

Sin embargo, la zona norte de la ciudad se convirtió en un tapón. Aquellos que quisieron salvar la Avenida Marítima utilizaron algunas vías como la de Mesa y López, Presidente Alvear y el túnel de Julio Luengo, en el caso de que quisieran acceder a la autovía del Sur a través de la Circunvalación, salvando así las retenciones ocasionadas por el accidente.

Ante esta situación, la labor de los agentes policiales se hizo fundamental. Desde el lugar de los hechos, y con la colaboración de la Policía Nacional, la Policía Local comenzó a agilizar la circulación de vehículos a la espera del levantamiento del cadáver y de las tareas de una grúa de grandes dimensiones, que retiró el camión implicado en el suceso y que obstaculizaba el paso de los vehículos.

Desde la sala de tráfico se daba prioridad a la circulación de las calles de Mesa y López, Guanarteme y, sobre todo, del acceso al túnel de desde Torre Las Palmas Julio Luengo con la apertura de los semáforos, para así agilizar la salida de vehículos del Puerto y La Isleta, mientras los servicios médicos no podían hacer nada por salvar la vida del fallecido, que perdió la vida en el acto.

Los dos carriles de la vía permanecieron cerrados durante las tareas de los efectivos de emergencia y fueron abiertos a las 15.00 horas aproximadamente, cuando se produjo el levantamiento del cadáver del motorista. Sin embargo, el tráfico no se normalizó hasta 45 minutos después, momento en el que el embotellamiento dejó paso a la circulación fluida en la Avenida Marítima.