La Guardia Civil confisca 56 corales vivos que llevaba un hombre de nacionalidad española en dos maletas cuando aterrizó en el aeropuerto de Gran Canaria procedente de Madrid. El denunciado, que alegó que eran para su colección particular, llevaba también cangrejos y caracoles en las mismas bolsas de plástico con agua. Los animales fueron entregados al zoológico Palmitos Park, en San Bartolomé de Tirajana, para su conservación.

El descubrimiento tuvo lugar a las doce y cuarto de la noche del martes de la semana pasada, cuando los agentes hallaron en un equipaje facturado en un vuelo de Madrid dos maletas con una gran cantidad de bolsas de plásticos con agua. Al inspeccionarlos descubrieron un elevado volumen de corales, que están protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de fauna y flora silvestres (Convenio Cites), junto a una serie de cangrejos y caracoles.

El propietario reconoció que carecía de los permisos obligatorios, siendo denunciado en la Dependencia Provincial de Aduanas e Impuestos Especiales del aeropuerto de Gran Canaria, así como ante el Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y regulación de Comercio Exterior (Soivre) de la Dirección Territorial de Comercio de Las Palmas, que se encargarán de identificar y valorar todas esas especies intervenidas.

El viajero alegó al Seprona que la colección era para su colección privada; sin embargo, no estaba registrado en el Gobierno de Canarias.

Los animales intervenidos han sido entregados Palmitos Park para su mantenimiento.

Mientras, el Seprona y del Destacamento Fiscal de la Sección de la Guardia Civil del Aeropuerto de Gran Canaria tramitaron las denuncias por las diferentes infracciones administrativas por contrabando y contra la ley de protección de los animales aprobada por la Comunidad Autónoma de Canarias, según la Guardia Civil.