El hombre de 62 años que fue encontrado muerto en un congelador de una heladería de Sevilla murió estrangulado con un cable eléctrico después de recibir un golpe en la cabeza con un objeto contundente, hechos por lo que está en prisión la dueña del local, María del Carmen Q. B., de 44 años. El cable que habría empleado la mujer es uno de los que tenía a su disposición en la heladería. El hombre, un jubilado de 62 años de menor estatura que la mujer, recibió un golpe en la zona occipital de la cabeza.