Un ventanal de la tercera planta de un edificio de oficinas de la calle Venegas, en Las Palmas de Gran Canaria, se vino abajo ayer lunes, cayendo a la calle, cuando era revisado por los Bomberos Municipales, que acudieron avisados después de que, al parecer, los dos cristales hubieran sufrido presuntamente el impacto de algún objeto. Uno de ellos, el cristal exterior, estaba soplado y fue el que se precipitó a la acera.

Las rápidas medidas preventivas y de seguridad que aplicaron los policías locales evitaron heridos o cualquier incidente. Eso sí, la intervención de los bomberos, antes de que cayera la cristalera, y después, y el tener que cerrar la circulación de uno o de los dos carriles de la citada calle, causaron grandes retenciones del tráfico. En más de media hora, el carril bus de esta destacada arteria en la capital se convirtió en la única vía para los vehículos que pretendían circular por los tres carriles.

La caída de este cristal exterior, de tres metros de alto por tres de ancho, fue directa a la acera, junto a un árbol y delante del portal de este edificio de oficinas de reciente construcción, sito en el número 45 de la calle. Los policías y los bomberos se cercioraron de controlar el paso por la zona precintada creada delante del portal, tanto de peatones, como de personas que pretendían entrar al inmueble. El personal de limpieza municipal tuvo un complicado trabajo para recoger los cristales esparcidos.