Al menos 61 personas murieron ayer y unas 300 resultaron heridas en la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán y fronteriza con Irak, a causa de un terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter, según los Servicios de Emergencia. El director de los Servicios de Emergencia, Pir Hosein Kolivand, explicó a varios medios oficiales que las tareas de rescate se están viendo obstaculizadas por el corte de algunas carreteras rurales. Las poblaciones más afectadas fueron Ghasr Shirin, Sarpul y Azgale. La cifra de víctimas ha ido aumentando con el paso de las horas pero todavía es difícil cuantificar los daños en las poblaciones de Kermanshah afectadas debido a que tanto las comunicaciones telefónicas como el sistema eléctrico han sufrido cortes. Los habitantes han salido a las calles ante el temor de que se derrumben los edificios afectados por el seísmo.