Una discusión entre un taxista de Las Palmas de Gran Canaria y unos clientes, una pareja con un niño de tres años, fue resuelta en gran parte por las patadas, insultos y escupitajos por parte del primero. Así mostraron dos vídeos que se hicieron públicos el lunes. El motivo de crispación: el hecho de que el menor pusiera las piernas en el asiento trasero del taxi. Cada parte tiene su versión sobre lo sucedido y ninguna de las dos quiso ayer hacer declaraciones a este periódico.

Esta situación violenta ocurrida el domingo fue el destacado tema de conversación entre los profesionales del volante y entre la clientela. Los hechos ocurrieron por la noche en la calle Pío XII, a la altura del antiguo Estadio Insular, en la zona del Puerto de la capital grancanaria.

Francisco Reyes, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (ATAT), manifestó que "la violencia no es justificable, nunca y por ninguna parte. La rechazamos. Lo sucedido es un grano de arena porque el 98 por ciento de los casos de violencia lo sufre el taxista".

El cliente, identificado con las iniciales M. G., gallego y propietario de una escuela de artes marciales, señaló en su perfil de Facebook que la disputa comenzó sólo subir al taxi y se generó porque el niño de tres años puso los pies sobre el asiento trasero del vehículo.

El cliente M. G. anunció que denunciaba lo ocurrido ante la Policía Nacional y el Ayuntamiento. Según el denunciante, "el chófer de taxi actuó con muy malos gestos, malas palabras, y nos exigió que nos bajáramos. Le pido explicaciones, a lo cual me respondió con insultos. Como me niego y le recuerdo que es un servicio público, y no hicimos nada para que nos trate así, se bajó del coche, abrió la puerta trasera, y él mismo con su mano saca al niño del coche tirando de él por su brazo", relató.

M. G increpó al taxista y éste "inició una serie de insultos y cuando me acerco a él me pone la mano en la cara y golpea, posiblemente con el afán de separarme, a lo cuál lógicamente yo respondo. A partir de ahí se volvió loco, me insultó, trato de golpearme en varias ocasiones y, a todo esto, mi único objetivo era parar la agresión y parar la situación dado que mi ahijado de tres años estaba llorando", explicó.

Aparece otro taxi en el que intentan subirse pero, según el testimonio de M.G, el otro conductor, por solidaridad con su compañero, también se negó a transportar al niño con su madre.

Arrepentimiento

El taxista del primer vehículo afirmó a otros conductores y familiares, después de lo ocurrido, que fue "agredido" primero por el cliente en el interior del taxi después de que él "le pidiera por favor que el niño se sentara y que no caminara por el asiento de atrás, por su seguridad, y de ahí surgió la discusión"

El conductor denunciado aseguró que está "tremendamente arrepentido" por lo hecho por su parte, con patadas y empujones. "Me puse muy nervioso tras su agresión, por su tono y maneras, y perdí los papeles", lamentó.