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El juez impone 21 años de cárcel al hombre que mató a su mujer en La Matula

Ángel Montesdeoca asesinó a la víctima porque ella le pidió el divorcio

Ángel Montesdeoca durante el juicio en la Audiencia Provincial de Las Palmas. LP / DLP

El juez ha impuesto una condena de 21 años de prisión para el hombre que asesinó a su mujer en La Matula durante la primavera de 2018, después de que ella le pidiese el divorcio.

El magistrado Nicolás Acosta González de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha impuesto esta condena a Ángel Montesdeoca después de que el jurado popular lo considerarse culpable de un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de género. Además, le ha inhabilitado para ejercer la patria potestad del hijo menor del matrimonio durante el tiempo que dure la pena. Asimismo, el condenado deberá indemnizar a cada uno de los hijos de la víctima con 150.000 euros.

Hechos

El jurado popular consideró probado que Ángel Montesdeoca, de 69 años, contrajo matrimonio con Soledad Álvarez. Fruto de esa relación nacieron dos hijos que ahora tienen 17 y 19 años. Todos vivían en la calle Felicidad de La Matula, en Las Palmas de Gran Canaria, en una vivienda de los padres de la víctima.

A finales de 2017, Soledad Álvarez le comunicó al condenado que quería poner fin a su matrimonio. Sin embargo, siguieron viviendo juntos por los niños debido a que Montesdeoca "no estaba de acuerdo con la decisión" tomada por su mujer. En esas fechas, la víctima retomó una amistad con un viejo amigo que padecía de una enfermedad terminal, por lo que salían a menudo. Algo que el procesado no aceptaba.

Así, el 8 de junio de 2018, el condenado llevó a su hijo al colegio y regresó a casa sobre las nueve de la mañana. Tras llegar al domicilio, cogió un cuchillo y fue hasta la habitación donde dormía su mujer "con la finalidad de acabar con su vida". Según el fallo, Montesdeoca la tomó por sorpresa "cuando ella estaba tumbada en la cama" y se abalanzó sobre Soledad Álvarez para, acto seguido, ponerle el cuchillo en el cuello. La víctima intentó apartarlo cuando este trató de clavarle el arma homicida en tres intentos que le causaron pequeñas incisiones.

Finalmente, se lo hundió en el pecho sin que ella pudiera defenderse. Soledad Álvarez presentó tres heridas incisas en el lado derecho del cuello, una en el brazo derecho, una en el dedo del corazón, una en el hombro, dos en el pecho y tres en el cuadrante inferior interno de la mama izquierda. Por ello, la víctima sufrió una afectación cardiaca y pulmonar que le causó la muerte a consecuencia del ataque de su esposo "como acto de dominación y al no respetar la decisión de Soledad Álvarez de poner fin a su relación".

Después de asesinar a su mujer, intentó ocultar la verdadera causa de la muerte para lo que provocó un incendió al cortar la manguera de gas de una bombona y encendió un mechero, lo que generó una explosión en la vivienda, que es una parte de la herencia de la madre de la víctima, cuyos desperfectos ascienden a 4.692,07 euros. Por tanto, el juez también le impone pagar 4.275.98 euros de indemnización a la comunidad hereditaria.

Ángel Montesdeoca le quitó la vida a su mujer "sin importarle la estabilidad emocional de sus hijos e incumpliendo gravemente sus obligaciones como padre". El mismo procesado admitió durante el juicio gran parte de los hechos, por lo que incluso su defensa lo tipificó como un delito de asesinato, incluso indicó que Soledad Álvarez le dijo hasta en tres ocasiones que se quería separar de él y por ello dormían en habitaciones separadas. Además, el encausado indicó que prendió fuego al domicilio con la intención de quitarse la vida tras percatarse de lo que había hecho. Sin embargo, el jurado popular no le creyó debido a que, según los peritos, el fuego se produjo en la misma habitación en la que fue asesinada la víctima y no en el lugar en el que estaban las bombonas de butano. El procesado ha estado en prisión provisional por esta causa desde el 19 de septiembre de 2018. Ante esta sentencia cabe interponer recurso de apelación en la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. 

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