A prisión un zamorano por retener a su novia a una bodega y colocarle un saco en el cuello: "Llegó tu fin"

La mujer terminó en una bodega con un saco de plástico en la boca, primero, y alrededor del cuello, después, momento en el que se desmayó. Minutos antes, su pareja le había encerrado en una casa vieja situada en una finca que el hombre tiene en el municipio de Fuentesaúco, hasta donde la llevó en su vehículo desde Zamora capital, donde habían pasado el día juntos.

El viaje fue dramático para ella, ya que su excompañero sentimental, de iniciales J.G.I., la habría advertido de que "llegó tu fin" e, incluso, la amenazó con que "voy a cumplir tu deseo, vas a ver a tu abuela", según recogen las diligencias judiciales.

Un relato al que el juez ha dado veracidad, por lo que ha decretado el ingreso en prisión del investigado por los delitos de violencia machista, amenazas y lesiones que causó a la mujer el 6 de febrero pasado, cuando la llegó a decir que "él iba a empezar el trabajo y que lo iban a terminar otros", de acuerdo con la denuncia que investiga el Juzgado de Toro.

Tal fue el trato que habría recibido, que la mujer intentó zafarse del hombre durante el trayecto en coche desde Zamora: abrió la puerta en dos ocasiones para tratar de bajarse del turismo, sin lograrlo porque él consiguió retenerla en el asiento mientras le cogía con fuerza del brazo. A partir del segundo intento, el varón la agarró la mano y se la sujetó contra el volante mientras le decía "¿no quieres ir con tu abuela?, voy a cumplir tu deseo", "si no vas a ser mí, no vas a ser de nadie".

Encierro en una casa vieja

El detenido comenzó a dirigirse a su pareja en tono despectivo desde que salieron de la capital zamorana, con frases como "no vales para nada", "no sabes hacer otra cosa que estar con el móvil" o "¿qué macho te dio ese dinero?". La actitud del hombre provocó en la mujer gran angustia y miedo a que la agrediera físicamente.

Cuando la mujer comienza a proferir gritos de auxilio e intenta salir del coche en un stop e, incluso, dar un volantazo, el hombre se desvía por un camino de tierra en dirección a la finca, donde la encierra en una casa vieja. Antes, el acusado había arrebatado el teléfono móvil a su expareja para revisárselo mientras sujetaba con un pie la puerta de la vivienda para impedirla que la abriera y pudiera huir, según consta en las diligencias del Juzgado.

El detenido, de iniciales J.G.I., está acusado de un delito de violencia de género, retención ilegal, amenazas y descubrimiento de secretos, por los que podrían imponérsele penas de prisión de hasta 10 años.

Fianza de 3.000 euros y colocación de una pulsera al acusado

El juez de Toro ha acordado, a petición de la Fiscalía de Zamora, la privación de la libertad al acusado para proteger a la expareja, y dada la gravedad de los hechos por los que se le investiga; y ante los indicios de que la denuncia de la mujer se ajusta a los delitos que se le atribuyen. Con esa medida pretende que el encausado no pueda alterar ni destruir pruebas relevantes del caso.

El juez acordó que el investigado solo pueda eludir esta medida si paga una fianza de 3.000 euros y tras colocársele una pulsera telemática que le mantenga localizable las 24 horas del día, así como una medida de alejamiento para no se acerque a la mujer a menos de 300 metros.

El encausado tampoco podrá comunicarse por ningún medio con ella. El abogado de la acusación particular, Gabino Carro Espada, solicitó esa medida, mientras que la defensa del investigado se opuso a que se le ingresase en Topas y, de lo contrario, pidió que prevaleciera la fianza por debajo de los 3.000 euros, si bien estuvo de acuerdo con que salga de la cárcel con el dispositivo telemático de control en un tobillo.

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