Ocho años de cárcel por agresión sexual a una niña con la que contactó en WhatsApp

Los delitos sexuales están al alza. No han parado de crecer en los últimos años y la estadística más reciente del Ministerio del Interior, la del primer semestre de este 2023, ha vuelto a evidenciar este constante aumento: a día de hoy hay una media de dos denuncias cada semana y en muchos de estos casos las víctimas son especialmente vulnerables por su minoría de edad. Un claro ejemplo de esto es una vista de conformidad celebrada el martes en Vigo contra un joven en la actualidad de 22 años que agredió sexualmente a una niña de solo 12 con la que contactó a través de la popular aplicación de mensajería WhatsApp: tras ganarse su confianza, y siendo totalmente consciente de la edad que tenía, logró quedar con ella dos veces, agrediéndola sexualmente en ambas ocasiones. Aunque se enfrentaba a penas que sumaban 20 años de cárcel, finalmente aceptó 8 años y medio de prisión en virtud del acuerdo alcanzado entre el fiscal, la acusación particular y la defensa.

El joven, que compareció en la sala de vistas custodiado por la Policía Nacional porque ya se encuentra en prisión provisional por estos hechos, asumió la autoría de un delito continuado de agresión sexual y de otro de acceso a menor por medios tecnológicos con fines sexuales, un ilícito contemplado en el Código Penal que castiga a quienes, como ha ocurrido en este caso, a través de internet, del teléfono o de cualquier otra tecnología de la información y la comunicación contacte con un/a menor y proponga concertar un encuentro a fin de cometer un delito de naturaleza sexual, siempre que dicha propuesta se acompañe de “actos materiales encaminados al acercamiento”. La pena es superior cuando dicha proposición se acompañe de “coacción, intimidación o engaño”.

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Al acusado se le contempló una circunstancia atenuante cualificada de reparación del daño ya que de forma previa a la vista del martes abonó 18.000 euros para indemnizar a la víctima que, a raíz de lo ocurrido, ha tenido padecimientos psicológicos por los que ha tenido que seguir tratamiento. Junto a la pena privativa de libertad, se le inhabilita para ejercer cualquier profesión u oficio que implique contacto con menores durante 15 años con posterioridad al cumplimiento de la pena de prisión y se le imponen también 10 años de alejamiento y prohibición de comunicación con la menor e idéntico período de libertad vigilada, a cumplir también una vez obtenga la libertad.

"Quiero pedir disculpas"

Recientemente, también en Vigo, otro joven aceptó casi dos años de cárcel por contactar con una niña también de 12 años a través de la red social Instagram: lo hizo para embaucarla y presionarla para que le enviase fotografías y vídeos suyos de contenido íntimo.

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