La Policía Municipal de Madrid continúa con la búsqueda del presunto conductor del turismo que la madrugada del pasado sábado atropelló a la joven grancanaria Claudia San Román Medina, causándole la muerte, y se dio a la fuga. El propietario del vehículo, que fue detenido después de que un empleado de limpieza del Ayuntamiento diera aviso a los agentes de la presencia de un coche en el barrio de Entrevías con evidentes daño en su carrocería por un accidente, ha sido puesto en libertad tras declarar que había prestado el automóvil a un amigo, extranjero y con varios antecedentes policiales por drogas, que podría haber huido de la ciudad e incluso del país. En un principio, se barajó que la nacionalidad del conductor era rumana, algo que quedó desmentido posteriormente y confirmado que se trata de un marroquí.

El rotativo madrileño El Mundo informó ayer en su edición digital de que el supuesto conductor del Citroën C2 que arrolló a Claudia San Román, estudiante de Medicina y de 20 años de edad, no había regresado a su domicilio desde la mañana del mismo día en que se produjo el suceso. Según las pesquisas, el conductor estaría acompañado de otras dos personas en el momento del accidente, ocurrido en torno a las dos de la madrugada del sábado en el paseo Juan XXIII del barrio de Moncloa cuando la fallecida se disponía a cruzar la calle para llegar a su casa.

Los ocupantes escaparon del lugar sin atender a la víctima y circularon unos 15 kilómetros hasta dejarlo aparcado junto al parque de Entrevías, zona en la que residen tanto el dueño como el principal sospechoso. La Policía Municipal de Madrid solicitó a primera hora de la mañana del sábado la colaboración ciudadano para localizar un Citroën C2 de color negro, «con la luna fracturada y considerables daños en la parte delantera», que podría estar involucrado con el atropello, según indicó el cuerpo en las redes sociales.

Los investigadores analizan la sangre que había en el coche por si es del principal sospechoso

Un empleado público se puso en contacto con la policía durante la tarde de ese mismo día para indicar que había visto un coche con esas mismas características en la calle de Ronda del Sur, en el barrio de Entrevías del distrito de Puente de Vallecas. El periódico El Mundo publicó que el utilitario tenía restos de sangre en el capó y que tenía desperfectos en la parte izquierda delantera, además de el faro y el cristal del conductor rotos. Asimismo, la luna delantera estaba tapada con cartones sujetos por el limpiaparabrisas.

La Policía Municipal procedió en un primer momento a la detención de su propietario, un joven de 19 años vecino del barrio de Vallecas. En su declaración, esta persona aseguró que él no conducía el vehículo, sino que lo hacía un amigo suyo al que le había prestado el coche que carecía de seguro obligatorio. Así, los investigadores pusieron al arrestado a disposición del juzgado de guardia, que el pasado domingo decretó su libertad. Los agentes inspeccionan de todas formas su teléfono móvil para conocer su posición en el momento en que ocurrieron los hechos.

Las pesquisas se centran ahora en localizar al joven que iba al volante del coche y a las dos personas que supuestamente le acompañaban. El periódico ABC cita a fuentes cercanas a la investigación para informar de que trabajan con la hipótesis de que haya huido de Madrid y que mantienen la posibilidad que haya regresado a su país de origen, una posibilidad que consideran un tanto descabellada debido a la rápida localización del turismo. Asimismo, la investigación se centra en el análisis de los restos de sangre hallados en el automóvil para comprobar si pueden pertenecer a alguno de los ocupantes del mismo, que podrían haber resultado heridos.

Su foto inunda las redes

Claudia San Román Medina, la grancanaria que el pasado sábado falleció tras ser atropellada en Madrid, recibió ayer sepultura en el cementerio de San Isidro de la capital de España. La joven, hija de dos reconocidos cardiólogos del Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria, tenía 20 años de edad y estudiaba Medicina en una universidad madrileña. La profesora de la Facultad de Ciencia de la Educación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Josefa Rodríguez Pulido la recordó ayer en un obituario publicado en este periódico, en el que destacaba de Claudia su «madurez en razonamientos en torno a la amistad, la integridad y los valores sociales y éticos que debe tener un profesional médico». Varios compañeros de sus padres se unieron en el dolor compartiendo fotos y vídeos de la joven en las redes sociales. | A. C. D.