La colaboración de Policía Nacional, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera ha permitido que durante este año se hayan interceptado ya 4,2 toneladas de cocaína en Canarias que las mafias internacionales intentan introducir por vía marítima en el continente europeo. La última de las operaciones se produjo el pasado lunes cuando se localizaron 150 kilos en el pozo de anclas, que se utiliza para guardar las cadenas, en un mercante fondeado en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria.

La operación más importante en volumen fue la que se desarrolló al sur del Archipiélago cuando la patrullera Condor de Vigilancia Aduanera, con el apoyo de la Policía Nacional, abordó el buque AKT 1. La intervención se hizo bajo fuertes rachas de viento y sobre una embarcación que presentaba riesgo de hundimiento. Tras un análisis exhaustivo, los agentes localizaron 2.900 kilos de cocaína en uno de los tanques de combustible. Los cinco tripulantes fueron detenidos y trasladados junto a la droga al Puerto de La Luz, donde se produjo la descarga en el muelle de Sanapú.

La primera intervención del año tuvo lugar el 22 de enero en Santa Cruz de Tenerife, adonde fue trasladado el Maestre Doca I, con bandera brasileña. En esa operación participaron los tres cuerpos que, a bordo del patrullero Fulmar, interceptaron a 230 millas al norte del Archipiélago el pesquero de 19 metros de eslora. Una vez en tierra, los investigadores localizaron 560 kilos de cocaína, que en el mercado hubiesen tenido un valor de 30 millones de euros.

El 19 de febrero se desarrolló otra operación en el Puerto de La Luz después de que se localizaran a varias personas que habían conseguido entrar en la terminal de contenedores de Opcsa disfrazadas de agentes de Aduanas y con un todoterreno que simulaba ser oficial del organismo. Estos consiguieron abrir uno de los contenedores, pero cuando fueron sorprendidos incendiaron el vehículo y se introdujeron en una lancha para huir. La Guardia Civil consiguió localizar durante los días siguientes 368 kilos de cocaína escondidos en bolsos de azúcar. La sustancia procedía de Brasil y tenía como destino final el país africano de Guinea Conakry, pero en su tránsito en el Puerto los narcos intentaron retirar la mercancía ilícita. Estos incluso tiraron algunos fardos al agua, que fueron arrastrados por la corriente hasta una playa de Jinámar.

El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil fue el que localizó, el pasado 10 de abril, 80 kilos de esta droga en la zona de refrigeración del buque Ionic Kibou, procedente del puerto brasileño de Paranaguá. Y el pasado lunes, la Unidad de Subsuelo de la Policía Nacional fue la encargada de sacar de la caja de cadenas de un barco fondeado en la bahía de la capital seis bolsos con 150 kilos de cocaína. Entre medias, el 13 de mayo se encontraron otros 165 kilos en un contenedor procedente de Argentina en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.