Una mujer agrede a policías en Santa Catalina

Otra agresión a un Policía Local en Las Palmas de Gran Canaria. El pasado fin de semana, un hombre de 30 años fue detenido tras entrar en las dependencias de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria en el parque Santa Catalina al grito de "¡quiero un arma, quiero un arma!". El pasado lunes ocurrió un hecho similar. Una mujer entró en el mismo centro y acabó también arrestada tras alterar el orden público y enfrentarse a los agentes agrediéndoles.

"Necesitamos apoyo de las autoridades y medios... de ahí la demanda de las pistolas táser y los protocolos de actuación", reclaman. 

En este caso, la mujer entró con "mucha agresividad y no tuvimos otra opción" por lo que fue detenida por acometimiento y resistencia. 

Un hombre entra en las dependencias de la Policía Local en Santa Catalina al grito de "¡quiero un arma!"

Resistencia a la autoridad

Y no son los únicos que han protagonizado episodios de resistencia y enfrentamiento contra la autoridad en Las Palmas de Gran Canaria. Este miércoles, agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre, de 59 años y con numerosos antecedentes policiales, como presunto autor de los delitos de amenazas y desobediencia, así como resistencia grave a agentes de la autoridad al chantajear con explotar una bombona en un edificio de Las Palmas de Gran Canaria cuando iba a ser desahuciado.

Amenaza con explotar una bombona cuando iba a ser desahuciado en Las Palmas de Gran Canaria

Una vez en el lugar, los agentes observaron que el ahora detenido estaba asomado en el balcón de la vivienda, comenzando entonces a gritar y amenazar a los policías, ya que sacó un mechero y una bombona de gas de camping al tiempo que exponía que como le "expulsasen del domicilio haría explotar la bombona y explotaría el edificio entero con sus vecinos dentro", según ha informado la Policía Nacional.

Ante estas amenazas, los agentes extremaron las precauciones necesarias e intentaron mantener un diálogo con el hombre, deteniéndolo tras tranquilizarlo y salvaguardando la integridad física de los agentes, así como del arrestado.