La lluvia deja en poco tiempo calles y autovías anegadas en Las Palmas de Gran Canaria

El coletazo de la borrasca Bernard riega con 21 litros San Cristóbal y otros 28 en Tafira

Alcantarillas colapsadas por la lluvia en Las Palmas de Gran Canarias

C. A. C.

El coletazo de la borrasca Bernard a su paso por el Archipiélago provocó numerosos incidentes durante la tarde de este domingo en Las Palmas de Gran Canaria. Unas alcantarillas poco acostumbradas al agua caída del cielo y la ausencia de precipitaciones importantes durante meses provocaron que numerosas tapas colapsaran, además de grandes embolsamientos de agua en algunas de las vías principales de la capital.

Pasadas las seis y media de la tarde comenzó a llover con intensidad sobre Las Palmas de Gran Canaria. La lluvia, que en su conjunto durante toda la jornada dejó realmente 14,5 litros por metro cuadrado en la plaza de la Feria, más de 21 en San Cristóbal y 28 en Tafira, obligó a restringir el tráfico en la GC-23 tras inundarse la salida del túnel de La Ballena en dirección a la GC-3, al mismo tiempo que complicó la conducción en la Avenida Marítima o en Mesa y López, entre otras vías.

Las imágenes de auténticos géiseres saliendo de las alcantarillas de Mesa y López y de otras vías del barrio de Guanarteme se hicieron virales en redes sociales. Al mismo tiempo, el barranco de La Ballena comenzó a llegar con fuerza a la playa de Las Canteras al caer la noche después de haber estado llevando al mar escorrentías menores previamente.

Un charco impidió la circulación en dos de los tres carriles de la GC-23 a la salida del túnel de La Ballena

En la GC-23 se produjo uno de los mayores embolsamientos. Las precipitaciones formaron un charco de grandes dimensiones sobre la calzada, de tal manera que ocupaba dos de los tres carriles. El tercero permanecía operativo a duras penas, de tal manera que los vehículos cruzaban al otro lado con precaución, lo que provocó retenciones en la autovía.

La lluvia inunda la autovía de La Ballena

Policía Local LPA

Conservación de Carreteras del Cabildo procedió a achicar el agua para devolver la normalidad a la vía, algo que pudo ser posible antes de las 10 de la noche. Y es que la lluvia irrumpió con fuerza, principalmente, entre las seis y media y las ocho y media de la tarde, con ciertos picos de intensidad.

Salida de la Avenida Marítima

En el Cono Sur de la capital también se produjeron incidentes. El carril de salida de la Avenida Marítima hacia Hoya de la Plata y Pedro Hidalgo en sentido sur se vio anegado, de tal manera que la Policía Local solicitó a los conductores utilizar vías alternativas al estar el tráfico muy ralentizado. La vía auxiliar de la autovía en Vegueta también tenía charcos. Mientras, los vecinos de El Lasso, hablaron de auténticos «ríos de barro» calle abajo.

La lluvia provocó desprendimientos de piedras en vías como la GC-340 a la altura de Las Perreras o en la GC-21 hacia Teror. Esta última localidad fue el municipio de Canarias donde más llovió ayer, según datos de la Aemet. En la Villa Mariana el pluviómetro superó los 40 litros por metro cuadrado. Los chubascos se sucedieron en casi toda la Isla, aunque en Maspalomas y la costa de Mogán fueron más discretos.

El coletazo de Bernard por las Islas también se dejó notar este domingo en las costas orientadas al norte, al estar el epicentro de la borrasca en el Golfo de Cádiz. La Aemet sí tenía activados avisos amarillos por este fenómeno -no para la lluvia-. Las olas superaron los cuatro metros en Bañaderos o en la bahía de El Confital.

El mar también batió fuerte en otras islas. A pesar de esto, la alerta decretada por el Gobierno de Canarias hizo su efecto y no se produjeron incidentes de consideración, a diferencia de lo ocurrido el pasado sábado, con prealerta, cuando el oleaje se tragó una vida en Icod (Tenerife) y dejó en apuros a otras dos personas en este mismo municipio y en el de Puerto de la Cruz.