El sepulturero de Tinajo (Lanzarote) vendía cocaína que guardaba en los nichos vacíos del cementerio

En los tres registros realizados, fueron incautados 525 gramos de cocaína, 340 gramos de marihuana, 21.000 euros en efectivo y una báscula de precisión

La Policía Nacional, en el exterior del cementerio

Policía Nacional

Oficialmente era sepulturero y voluntario en una perrera municipal en Tinajo, la localidad del norte de Lanzarote en la que trabajaba; aunque en sus ratos libres se convertía, presuntamente, en vendedor de sustancias estupefacientes. La Policía Nacional de Arrecife ha detenido al hombre y a su pareja, ambos de 57 años, como autores de un delito de tráfico de drogas.

Los agentes consideran al sepulturero de Tinajo (aunque él es natural de la localidad de Teguise y vivía en La Vegueta ), uno de los mayores distribuidores de estupefacientes del norte de la isla. «Se aprovechaba de su condición de empleado en un cementerio y en una perrera municipal para realizar las transacciones», aseguran fuentes policiales consultadas por LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas.

Tras ser alertados de la actividad ilícita que cometían, los investigadores de la capital lanzaroteña sometieron al sepulturero y a su novia a un dispositivo de vigilancia que confirmó las sospechas. 

Tráfico de drogas en Lanzarote

El sepulturero de Tinajo, en dependencias de la Policía Nacional de Arrecife. / Policía Nacional

Además, el ahora detenido utilizaba las dos instalaciones municipales (incluido el cementerio) para, no solo vender la droga, sino también almacenarla. Lo hacía, según han explicado fuentes policiales, en los nichos vacíos. Llevaba allí trabajando al menos dos años, desde que se jubiló el anterior empleado. Su pareja también distribuía la droga en estos enclaves a los asiduos compradores. 

La operación culminó con la detención de ambos por tráfico de drogas y en los tres registros realizados (cementerio, perrera y el domicilio que compartían) fueron incautados 525 gramos de cocaína, 340 gramos de marihuana, 21.000 euros en efectivo y una báscula de precisión.

Tras ser puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente, se decretó el inmediato ingreso en prisión del sepulturero. Su pareja quedó en libertad pero con la condición de investigada.