La familia del trabajador fallecido en el aeropuerto de Gran Canaria: «Salvador era muy precavido, no sabemos qué pudo pasar»

Vecino de Telde de 58 años, trabajaba en el alquitranado de una pista del aeródromo cuando una apisonadora lo atropelló

Muere un trabajador atropellado por una apisonadora en el aeropuerto de Gran Canaria

La Provincia

Salvador Sánchez trabajaba desde hace meses en las obras de mejora de asfaltado del aeropuerto de Gran Canaria. Allí, a pie de pista, cerca de la torre de control, perdió la vida el miércoles por la mañana, después de que una apisonadora manejada por un compañero le pasase por encima en un accidente laboral fortuito. 

Nadie se explica cómo ocurrió, un extremo que tendrá que aclarar la investigación puesta en marcha por la Guardia Civil, que ya ha visionado las cámaras de la zona y tomado declaración a los testigos. Pero todas las averiguaciones ejecutadas apuntan hacia lo mismo: eran minutos antes de las once de la mañana, el trabajador a los mandos de la máquina pesada no vio a Salvador, de 58 años, y él no se percató de la llegada de la compactadora.

A la llegada de los servicios de emergencia, todavía estaba con vida. En estado crítico, pero con pulso. Los sanitarios lo atendieron y, tan rápido como pudieron, lo trasladaron al hospital Insular. Según informan familiares, sufrió varios paros cardiacos de los que fue recuperado mientras los médicos preparaban quirófano y valoraban someterlo a una intervención. No dio tiempo. De la última parada fue imposible recuperarlo a consecuencia de una hemorragia interna.

«Era muy precavido, muy responsable en el trabajo. No nos explicamos cómo pudo pasar, no lo entendemos», dicen familiares de Salvador a este diario, que esperan que la investigación de la Guardia Civil arroje algo de luz a todas las dudas que ahora tienen. Las tareas se desarrollaban en terrenos de AENA, gestora de los aeropuertos de España. Desde el departamento de comunicación no quisieron hacer declaraciones sobre lo sucedido e instaron a hablar con Ferrovial, adjudicataria de las obras.

Sus allegados

La víctima, vecino del barrio teldense de El Caracol, disfrutaba de su trabajo. «Siempre hablaba del tema, llevaba desde joven trabajando en el asfaltado de carreteras, le apasionaba... Hablaba con devoción del tema», añaden. En su pasión, le llegó la muerte. Desde julio de 2021, trabajaba para el grupo FSM, con el que este diario contactó este jueves, sin que quisieran ofrecer declaración alguna. FSM era la empresa subcontrata de las tareas de mejora de pistas y asfaltado, a cargo de Ferrovial, compañía con la que LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas no logró contactar. Antes de estar en FSM, había formado parte de la plantilla de la compañía Rafael Machín Reyes. 

«Salvador dejó los estudios para ponerse a trabajar en el asfalto, le apasionaba», insiste la familia, que pide que «la investigación llegue hasta el final con las consecuencias que sean». Esa investigación tendrá también que aclarar si había un plan de riesgos laborales y si se cumplió. Cuarenta años ejecutando y cuidando las carreteras de la Isla.

Sus compañeros lloraban este jueves su pérdida. Tal era el afecto que tenían al finado, que abandonaron sus tareas tras el accidente laboral y todos –a excepción del que conducía la apisonadora, que se quedó con la Guardia Civil– acompañaron a la familia en el hospital Insular, hasta recibir la fatal noticia del óbito. 

Tercer siniestro

«Era amable, siempre estaba dispuesto a echar una mano donde lo necesitaban... Era bondadoso, te ayudaba. Le decías que necesitabas algo y te respondía que eso estaba hecho», recuerda un familiar a Salvador: «La mala suerte esta... Era el mejor».

El de Salvador es el tercer accidente laboral con resultado de muerte –al menos que se tenga constancia– en lo que va de año en Gran Canaria. En marzo falleció una técnico de riesgos laborales de 36 años en un edificio en obras en la capital y este mes, un trabajador de 45 años en una nave frigorífica del Puerto.