Tribunales

La Fiscalía pide 15 años de cárcel para un acusado de violar a una turista en Maspalomas en 2003

La víctima narra ante el Tribunal que pedía auxilio, lloraba y daba patadas cuando sufrió la agresión sexual en un centro comercial de Maspalomas

De izquierda a derecha Abdelkader B. y el intérprete de árabe que le asistió este miércoles durante el juicio en su contra.

De izquierda a derecha Abdelkader B. y el intérprete de árabe que le asistió este miércoles durante el juicio en su contra. / LP / DLP

La Fiscalía Provincial de Las Palmas ha solicitado una condena de 15 años de prisión para un hombre acusado de violar a una turista noruega en un centro comercial de Maspalomas en diciembre de 2003. El juicio contra Abdelkader B. (cuyo nombre real es Mohamed ya que se cambió el nombre en España) se celebró ayer en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas y la primera en prestar declaración fue la víctima quien no podía articular palabra a causa del llanto.

La perjudicada, natural de Noruega, contó -a través de videoconferencia desde su país- que llegó a la Isla en diciembre por turismo y acompañada de una amiga y su familia. En ese momento contaba con 16 años y acudió a un pub de un centro comercial de Maspalomas. Allí, según relató, no consumió alcohol pero sí aproximadamente una hora antes de llegar. «Sólo me tomé un zumo de naranja», reseñó, al tiempo que matizó que alguien pudo haberle echado algo en su copa.

Así, entre sollozos narró que la noche del 20 al 21 de diciembre de 2003 estaba bailando en el local cuando la forzaron a salir de la pista de baile. «Me obligó a salir hacia la calle y había como una puerta de emergencia, yo estaba llorando y pidiendo ayuda y él me obligo a tener sexo y cuando terminó se marchó», detalló, a la vez que matizó que ella le dio «patadas» y que no había más personas en el lugar.

También destacó que el acusado la cogió por los brazos con fuerza para sacarla del local hasta el lugar donde supuestamente ocurrió la agresión sexual. A preguntas del letrado de la defensa, Vicente Flores Guerra, la afectada indicó que el procesado no le ofreció ninguna copa pero que estaba a un metro de distancia de ella cuando se tomaba el zumo. Tampoco recuerda si se besó con el encausado ya que añadió que tiene un «bloqueo total» por todo lo que le sucedió aquella noche.

El informe forense revela que existe desgarros en el himen aunque no se halló semen

Mientras, el acusado Abdelkader B. declaró que tenía 21 años al momento de los hechos y que estuvo bailando con la afectada -de la que desconocía su edad pero le parecía que tenía 20 años-. Según su versión, fue ella quien le invitó a entrar a un baño del local en donde se besaron y ella le tocaba. «Cogió su mano y se tocaba sus partes íntimas y en un momento vi que algo le salía y que estaba sangrando, por lo que empezó a marearse», aseveró, al tiempo que insistió en que la víctima «se sentó en el suelo y yo pensé que ella se había arañado con las uñas o que le había venido la menstruación. Yo la ayude y cuando recuperó el conocimiento no quería hablar más conmigo porque yo creo que le dio vergüenza», apostilló el investigado. 

El procesado manifestó que tras esto decidió marcharse del baño e irse a otra discoteca donde finalmente fue detenido tras pasar una hora y media. A preguntas de la Fiscalía, insistió en que no había ido a la zona donde fue hallada la perjudicada que, según un testigo, era un espacio al que solo accedían los trabajadores de los locales de ocio del centro comercial. «Yo no fui a ningún pasillo, ella ni siquiera me gustaba», declaró.

Con respecto a los rastros de sangre de la denunciante que fueron hallados en sus pantalones y zapatillas, el procesado apuntó que pudo deberse a que se manchó cuando se estaban besando dentro del baño ya que «había mucha sangre». 

El informe forense, por su parte, reveló que la perjudicada presentaba dos desgarros en el himen compatibles con la introducción «de algún objeto» o de un pene erecto. Además, desgranó que el sangrado se pudo deber a que la víctima posiblemente tenía el periodo, extremos que no recordaba con exactitud la perito ya que han transcurrido más de 18 años. Respecto a la prueba de ADN, los forenses añadieron que no encontraron rastros de semen en la zona genital de la afectada y que no pudieron detectar si existían restos del perfil genético del procesado porque en esos años con la técnica utilizada para ese análisis no se podía determinar.

Uno de los policías comentó que cuando llegó a la zona tras el aviso de una presunta agresión sexual se encontró con la víctima -que era atendida por los sanitarios-. «Estaba llena de sangre, había vomitado y se hallaba en estado de shock», expresó, a la vez que rememoró que no podía hablar casi con la perjudicada debido a su estado. Explicó, además, que ese mismo día detuvieron al encausado en el centro comercial.

La defensa pide la libre absolución e insiste en que el procesado «no cometió ese delito»

También se leyó la declaración del vigilante de seguridad que atendió a la afectada y que no pudo comparecer en el juicio. Este manifestó en instrucción que fue el primero que llegó a donde estaba la denunciante quien se encontraba boca abajo y con vómitos a la altura de la cara, mientras que de los muslos para abajo «todo era sangre, incluso había en el suelo manchas antes de llegar a donde ella estaba». Recalcó que la víctima «parecía como drogada, no podía hablar ya que no reaccionaba hasta que llegó la ambulancia» y que el lugar donde la encontró no es un sitio de acceso al público. 

La representante del ministerio público destacó que la denunciante presentó signos de haber sido forzada ya que en el informe pericial se detalló que tenía hematomas en los brazos y en los muslos, por lo tanto considera verosímil el relato de la perjudicada. Por ello, interesó una condena de 15 años de prisión por el delito de agresión sexual en su modalidad de violación al ver creíble el testimonio de la víctima y 100.000 euros de indemnización. 

Mientras, la defensa solicitó la libre absolución de Abdelkader B., quien está en prisión provisional desde hace tres meses tras ser puesto en búsqueda y captura ya que, según su letrado, no sabía que se había reabierto el procedimiento en su contra y se encontraba en Mallorca trabajando. A juicio de esta parte, la víctima no fue violada en ningún momento, «aunque piensa que lo fue». El abogado recordó que el procesado «no huyó del lugar ya que fue detenido allí» poco después de los hechos y aseguró que su cliente «no cometió ese delito». El juicio quedó visto para sentencia.

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