Las forenses definen al acusado del crimen de Lanzarote como alguien narcisista, teatral e histriónico

Las forenses que realizaron el informe médico del acusado de asesinar a puñaladas a su jefe en Puerto del Carmen, Lanzarote, en agosto de 2019 le describieron como una persona narcisista, teatral e histriónica. Según las peritos, que declararon este miércoles ante el tribunal del jurado que juzga estos hechos en la Audiencia Provincial de Las Palmas, el cocinero padece un "síndrome depresivo ansioso que fluctúa en el tiempo", así como un trastorno de la personalidad con rasgos límites que se "aleja de la manera de comportarse esperada". Ello provoca, en definitiva, una "merma ligera" de sus capacidades comprensivas y volitivas.

En la sesión también se emitieron los informes finales de las partes y el juicio quedó a la espera de la redacción del objeto del veredicto por parte del magistrado presidente, Pedro Herrera, sobre el que tendrá que trabajar el jurado en la jornada de este jueves.

El Ministerio fiscal mantuvo su petición de 19 años y medio de prisión por un asesinato con el atenuante de trastorno mental, puesto que consideró acreditado durante el juicio, por la abundante prueba de la que se dispuso, de que los hechos sucedieron tal cual los relata su escrito de calificaciones. La acusación particular, encarnada en el abogado José Luis Sáez, también sostuvo la petición de 24 años y medio de prisión por un delito de asesinato, al que añadió el agravante de ensañamiento. Finalmente, la abogada defensora, Sara Martínez, pidió una condena de cinco años por un delito de homicidio con la eximente de enajenación mental transitoria, al considerar que no existió alevosía en el ataque.

El informe médico al acusado, Federico Antonio E. M., reportó que su carácter narcisista e histriónico, así como los rasgos de trastorno límite que padece, podrían explicar que teatralice su vida cotidiana, lo que explicaría su relato ante el jurado en la jornada del lunes. Según su versión, no recuerda lo que sucedió con exactitud, pero vio los hechos como si fuera el espectador de una película. Algo que ratificó este miércoles en su derecho a la última palabra, en el que también contó diversos aspectos de su vida y de sus trastornos.

Según las forenses, la amnesia disociativa que el acusado dijo sufrir en el momento del crimen no se puede considerar una patología que se desencadene por un factor estresante o traumático. "No casa con estos hechos", remataron para luego añadir que, en las cinco entrevistas que mantuvieron con él para crear su perfil psicológico, siempre les relató "de manera aséptica pero concreta" lo que había sucedido aquel 1 de agosto, y que en ningún momento les habló de esa escena de película.

Dos cortes mortales

Por su parte, los forenses que practicaron la autopsia a la víctima detallaron que le infringieron dos cortes en el cuello, uno de 25 centímetros en el lado derecho -la segunda puñalada- y otro de 12 en el lado izquierdo -la primera-. Fue la segunda la que le provocó la muerte porque seccionó completamente la yugular, un centro vital, pero también a nivel subcutáneo y de musculatura. La del lado izquierdo no cortó vasos sanguíneos de gran calibre. Uno de los peritos comentó que la profundidad del corte mortal fue de cuatro o cinco centímetros.

Asimismo, apuntó que ambas cuchilladas fueron maniobras de degüello, pero que la segunda requirió de una mayor fuerza para llegar a cortar la yugular. Preguntado por el fiscal sobre cuánto pudo haber durado la agonía de la víctima antes de fallecer, el perito respondió que ello es "relativo" pero que, considerando los hechos, "pudo haber transcurrido, a lo sumo, entre dos o tres minutos desde que tuvo lugar el primer ataque".

Tras el derecho a la última palabra del acusado, el magistrado Pedro Herrera dio por concluida la práctica de la prueba en el juicio y elaborará el objeto del veredicto, que será trasladado al jurado este jueves. Presumiblemente, el veredicto se dará a conocer esta misma jornada.

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