Tribunales

El 'Tilinga' vuelve a los juzgados por atracar a un vecino en El Tablero

El agredido perdió visión en un ojo tras ser golpeado en la plaza de la localidad

Dos meses después del presunto robo, el acusado asestó nueve puñaladas a su expareja

El acusado, conocido como 'el Tilinga', declara ante la Audiencia de Las Palmas por un presunto delito de robo.

El acusado, conocido como 'el Tilinga', declara ante la Audiencia de Las Palmas por un presunto delito de robo. / B. M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Un vecino de El Tablero, conocido entre los residentes de la localidad de San Bartolomé de Tirajana como 'el Tilinga', se enfrentó este jueves a su segundo juicio en dos años. El Ministerio Fiscal le citó por un supuesto delito de robo con violencia por haber golpeado "de forma repentina" a otro hombre para quitarle la cartera en la plaza del barrio y después trasladarle a su vivienda, en estado de semiinconsciencia, para sustraer nuevos objetos. El acusado se defendió alegando que se había encontrado a la víctima "tirada en el suelo" y en un estado visible de embriaguez, por lo que decidió limpiarle las heridas en su casa, ubicada a pocos metros de distancia, junto a su entonces pareja.

Apenas dos meses después de estos hechos, en abril de 2019, el encausado asestó nueve puñaladas a la mujer que le acompañaba, un delito que admitió en juicio y por el que cumple una condena de doce años de cárcel. En una primera fase de Instrucción, la testigo corroboró su versión, en la que confirmaba que 'el Tilinga' no había sustraído dinero en efectivo ni joyas y que las piezas que vendieron días después en un compro oro pertenecían a la pareja. Sin embargo, en su segundo testimonio y en el que defendió en juicio se retractó de sus palabras y explicó que estas declaraciones las había hecho bajo un estado de "pánico".

Así, declaró ante la Audiencia Provincial de Las Palmas que ambos se cruzaron con la víctima en la plaza de El Tablero sobre la una de la mañana y, sin mediar palabra, el acusado golpeó varias veces al hombre, que como consecuencia de los golpes asestados perdió parte de la vista. "Fue todo muy rápido, pero recuerdo que cuando estaba en el suelo le quitó la cartera, cogió el dinero y volvió a guardársela en el bolsillo", aclaró.

El acusado aseguró que se había encontrado a la víctima "tirada en el suelo"

El encausado obligó a su expareja a trasladarle hasta la vivienda del perjudicado, donde ella le retiró la sangre de la cara, trató de curarle las heridas con su chaqueta y le puso hielo en el ojo, según la versión que ofreció. "Él estaba rebuscando en las habitaciones, pero no sé qué cogió. Después agarró un cuchillo jamonero y abrió unas bolsas al pie de la escalera", continuó la testigo.

El damnificado en cuestión, al que sus vecinos se refieren como 'el Machaca', declaró que sintió "un taponazo" cuando estaba a punto de entrar en su vivienda. Acababa de salir de un bar cercano, pero solo había tomado una o dos copas, como hace habitualmente cuando sale. "No sé si me golpeó con un palo o con la mano; lo que sé es que me quedé un año sin ver", afirmó ante el Tribunal, después de confirmar que conocía al acusado de vista y que sabía que era él quien le había golpeado porque "venía 10 o 15 metros" por detrás.

Sustrajo 750 euros en efectivo

El 'Machaca' había salido de su casa con 250 euros en la cartera y en su mesilla de noche custodiaba cerca de 500 euros más que guardaba para un viaje que iba a hacer a Lanzarote. Cuando despertó en su vivienda, entre las 10 y las 11 de la mañana del 21 de enero, este dinero había desaparecido, junto a anillos, cadenas de oro y pendientes de su mujer, ya fallecida.

También declaró por videollamada una trabajadora del bar que frecuentaba la víctima y explicó cómo, a la salida de su turno, vio a la pareja llevando en brazos al perjudicado, que en ese momento iba con la cabeza agachada. "Creía que iba borracho, por aquel entonces no pensé que había podido pasar nada malo. De hecho, le dije a mi compañera que menos mal que se lo llevaban", testificó.

El Ministerio Público pide una pena que asciende a diez años de prisión, al atribuir al acusado un delito de robo con violencia en casa habitada y otro de lesiones. También reclama una indemnización y una orden de alejamiento a la víctima, para que no se acerque a menos de 500 metros ni se comunique con él por ningún medio.