El acusado de matar a Mariam sostiene que "fue un accidente"

Manuel Ramón C. G., el acusado por el crimen machista de Mariam, ha declarado este miércoles en la tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Las Palmas que la muerte de la mujer de origen vasco fue "un accidente" y ha negado que mantuvieran una relación sentimental. Según su versión, la agredida tenía síndrome de Diógenes y el día en el que falleció había traído bolsas con objetos de la basura a la chabola que ambos compartían en Gáldar, lo que originó una fuerte discusión. El encausado aseguró que ella empezó a tirarle encima los cachivaches y a insultarle, por lo que, en respuesta, le empujó con fuerza contra la esquina de una mesa, propiciándole la herida mortal.

El presunto autor de los hechos, que se entregó a la policía días después, insistió una vez más en que no eran pareja, una versión que niegan los amigos y conocidos de la víctima y que se contradice con la prueba documental. En una libreta, Manuel Ramón escribía frases como "soy un afortunado de tenerte, de besarte, de acariciarte" o "Mariam, si yo fuera gato y tú sardina, te comería hasta las espinas". Al ser interrogado al respecto por el fiscal Jesús Javier Lomba, el acusado aseguró que le gustaba la poesía y que en el cuaderno recogía las canciones y fandangos que le llamaban la atención, personalizándolos con el nombre de la mujer.

También declaró ante el Jurado que en esa época consumía sustancias como heroína o crack y que la mujer estaba pasando por una situación similar, pese a que el resto de testigos lo niegan. Él mismo no lo manifestó en un primer momento, según él, porque no quería "darle más disgustos" a su madre.

El presunto autor de los hechos dijo que no eran pareja, pese a que escribía en su libreta frases románticas sobre la mujer

Manuel Ramón narró, sin arrugarse un ápice, cómo arrojó el cadáver de la mujer a una zanja de dos metros de profundidad en las inmediaciones de la chabola y le prendió fuego junto a sus pertenencias y otros objetos. "Le dije: yo me voy a la cárcel, pero tú te quedas aquí con tu tesoro", señaló.

El encausado explicó en su declaración judicial que los hechos tuvieron lugar sobre las 18.00 horas del 25 de diciembre de 2020, pero a las peritos les contó que fue a las cinco de la mañana, poco después de despertarse. Tampoco coincide en el tiempo que tardó Mariam en fallecer tras la herida contra la mesa; en la vista oral dijo que fue apenas un minuto, aunque en otra declaración contó que fueron dos horas.

En el juicio se reprodujeron tres grabaciones relacionadas con la reconstrucción de los hechos. En ellas, el presunto agresor utilizaba expresiones como "yo si estoy en mis cabales no hago eso, pero ella me generó mucha ira, no sabía dónde estaba", "yo pasaré toda la vida en la cárcel, pero tú de aquí no sales" o "no había manera de que escuchara, solo insultaba", para referirse a lo ocurrido. Frente a los agentes, manifestó que arrastró a la mujer por el suelo y le intentó reanimar.

Hallaron polvo de hueso

El miércoles también declararon cinco médicos y psicólogos forenses que evaluaron al acusado poco después de los hechos y en agosto de 2023. La primera forense, que estuvo presente en el momento de la excavación para encontrar los restos de Mariam, contó que el cuerpo tuvo que estar sometido a temperaturas de hasta 600 grados, ya que la zanja desempeñaba la función de horno, y tuvo que arder durante un periodo prolongado para que se hallara polvo de hueso.

Las psicólogas que elaboraron el primer informe médico al entrevistarse con Manuel Ramón llegaron a la conclusión de que "no tiene ninguna patología mental" y recogen que les manifestó que "era un hombre tranquilo, pero con prontos". "Se quedó toda la noche de rodillas viendo el fuego y fue por la mañana cuando empezó a gritar el nombre de Mariam", declararon en base a lo expresado por el acusado.

"Le dije: yo me voy a la cárcel, pero tú te quedas aquí con tu tesoro"

Sin embargo, los autores del segundo informe, elaborado hace pocos meses, difieren en sus conclusiones. Uno de los psicólogos manifestó que el encausado tiene una alteración de la personalidad: "Cuando está tranquilo reconoce que no debería hacer las cosas que hace, pero cuando está alterado no sabe conducirse". Por ello, y en base a sus antecedentes de robos y lesiones, que sostiene que "es un peligro para la sociedad" y que puede volver a delinquir si no recibe un tratamiento psicofármaco.

La Fiscalía y el Instituto Canario de Igualdad piden una pena de 15 años de cárcel para el acusado por un presunto delito de homicidio y otro de profanación de cadáver, mientras que la acusación particular asciende la petición a 25 años al considerarlo un asesinato machista. La defensa admite el delito de homicidio, pero solicita cinco años en su lugar. El juicio continuará mañana con los informes finales de las partes.