Ayer solo eran tres los niños que se acercaron a la casa-museo León y Castillo para iniciar el taller Descubriendo el Lejano Oriente en nuestras colecciones, un recorrido por las instalaciones del recinto cultural para reconocer los tesoros ocultos. Kendra, de ocho años y medio; Selene, de seis y Julio, de ocho años, fueron los pioneros de esta segunda edición del taller iniciado el pasado año y que se sorprendieron de lo que encontraban a medida que pasaban de una sala a otra.
El cronista oficial de Telde y conservador de la casa-museo León y Castillo, Antonio González Padrón, les iba explicando en un sencillo juego de rol las claves para descubrir los objetos de Oriente que están depositados en la casa-museo y que fueron regalos realizados a Fernando León y Castillo y a su esposa por dignatarios de China, Japón o Filipinas, entre otros países de Asia.
Los tres niños, con las explicaciones de González Padrón, se adentraron en otras épocas y más de una vez se les oyó el ¡oooh! de asombro cuando, por ejemplo, se les dijo que Filipinas constaba con 3.000 islas frente a las siete mayores y seis islotes de Canarias o su extrañeza por encontrar un calzador, un objeto para ellos tan desconocido como curioso.