Los residentes en el barrio teldense de San Franciso no pueden dormir y se están volviendo locos. Las ojeras, el mal aspecto y la desesperación ocupan sus vidas y han organizado una quedada en su plaza para compartir sus historias con todos aquellos valientes que busquen "emociones fuertes". El día de todos los difuntos se acerca y Telde quiere poner en situación a vecinos y foráneos. Así, organiza Cuentos para no dormir, una iniciativa basada en ocho relatos de historias de terror que invitan a "indagar en los propios miedos y en el fantasma que cada uno lleva dentro". Este jueves, espíritus y demonios ocuparán esta zona sublime de la ciudad con ganas de recibir almas en libertad.
Entre cuatro narradores encargados de contar las historias, diez actrices que simularán tener insomnio y recibirán al público con ganas de hacerlo temblar, y una preparación audiovisual para poner el vello de punta, la Concejalía de Cultura de Telde, liderada por Marta Hernández, ha querido traer a la localidad un poco de miedo.
Lejos de lo que se ve en películas de terror "con sangre por todas partes", el Taller de Juglares de Agüimes, grupo encargado de narrar los relatos organizados por ellos mismos, pretende centrar el espectáculo en "diablos, espíritus, psicosis y todo aquello que no se pude explicar", asegura Sancho Bordón, uno de los participantes.
"La intención es que los asistentes sean conscientes de que no hay miedo mayor que el que se tiene hacia uno mismo, hacia el fantasma que nos acompaña", puntualiza Sergio Placeres, director de teatro y uno de los organizadores. "Hay mucha gente que se ha ido en medio de este tipo de actos porque se identifican con lo que escuchan", añade, mientras señala que no hay nada peor que "el miedo al miedo".
Un total de ocho cuentos, "con proyecciones en las paredes y las actrices rondando", completarán la velada enmarcada en el barrio teldese que Bordón define como "mágico", a la vez que se muestra agradecido por que "un lugar como este se utilice como elemento cultural y espacio escénico". Así, durante una hora "las empedradas calles de San Fancisco" serán testigo de una noche diferente.
Destinado a un público adulto dispuesto a ofrecer la guerra a "esos miedos que salen durante la oscuridad cuando nos recogemos en soledad", habrán "relatos populares, de Tarajano, Carlos Jiménez, o propios, entre otros", afirma el grupo de narradores.
De esta manera, se recibirá al público en un "marco cercano" en el que se espera que la lluvia brille por su ausencia, "aunque las tormentas eléctricas, para dar ambiente, están permitidas", bromea la concejala de Cultura.
