Antonio Moreno González, proveniente de Las Palmas de Gran Canaria, es conocido en Telde, en la Isla, y en el territorio nacional, por su labor deportiva como fundador y entrenador del Club Balonmano Remudas, ahora renombrado como Rocasa Gran Canaria ACE. Con él ha conseguido multitud de premios y reconocimientos a nivel estatal y autonómico como el Premio Ser Canario a la labor colectiva 2015, el Premio Jesús Telo al mejor club, colectivo o Asociación de Actividad Física o Deportes de Promoción Deportiva 2015 , el otorgado por la Asociación de la Prensa a la labor de cantera y el Simone Beauvoir de la Red Feminista de Gran Canaria, entre otros reconocimientos, que no dependen directamente de los méritos deportivos y sus grandes labores como entrenador, sino que se relacionan con una labor más social en el municipio, y en concreto con el barrio de Las Remudas. Por ello, y por tantas otras cosas, la ciudad de Telde quiso concederle el pasado 7 de noviembre la Medalla por Mérito Deportivo.
"Yo siempre digo que por mi preferiría que me dieran más medios en vez de premios para seguir con mi trabajo y mejorarlo de alguna manera", admite Moreno entre risas sobre esta importante distinción que le concedió el Ayuntamiento de Telde, aunque, evidentemente, se siente agradecido.
Lo más probable es que este humilde trabajador no supiese lo que estaba construyendo en 1978, cuando comenzó como profesor de Sociales y Educación Física en el colegio público del barrio. "Las Remudas se habitó por primera vez en 1977, y era complicado porque se mudaron gente de todos sitios." El barrio se formó concentrando a una gran cantidad de gente que se sentía fuera de lugar y obligadas a convivir con gente que no conocían de nada. "Era un barrio desestructurado, donde se junto todo tipo de gente y existía una gran desconfianza entre unos y otros", explica Moreno.
Y entre el desarraigo de los nuevos habitante del barrio y la aprensión hacia los terceros, un mal ambiente se germinó, y entre medias, crecían los niños. Las Remudas siempre ha sido considerado como una de las zonas más conflictivas de Telde, y de la Isla, pero, a pesar, de todo la tarea social ha aumentado, y el entorno junto a su ambiente ha mejorado.
"Lo que hacíamos era aglutinar a los niños y jóvenes del barrio por la tarde, preparábamos torneos y actividades y venían adultos también", cuenta Moreno. Tres años más tarde de su llegada, el Club Balonmano Remudas ya era oficial. El fomento por el deporte ayudó a una gran cantidad de pequeños a seguir adelante e intentar alcanzar objetivos en la vida. Hoy en día, el polideportivo Antonio Moreno, base del club de balonmano, cuenta con más 400 niños y niñas, además de unos 80 o 90 de jóvenes y adultos. "Ya ha entrado la tercera generación, los primeros son ahora abuelos", dice Moreno riendo. "Sé que muchos de mis alumnos han acabado enseñando educación física en otros colegios, lo cual es divertido y reconfortante al mismo tiempo", relata el entrenador del Rocasa Gran Canaria.
Hace ya casi 40 años que Moreno llegó a Telde, y no tiene pensado dejar este municipio por el que ha hecho tanto, y tanto le debe este. "Telde es conocida por ser una ciudad deportiva, y el deporte nos da valores que igual otros sectores de la sociedad no nos da", así fueron sus palabras en el vídeo promocional que se proyectó en el Acto de entrega de Honores y Distinciones. A lo que añadió que el mayor valor del municipio era la gente que en él residía. "Me siento halagado, porque un honor así siempre te hace sentirte valorado y motivarte para continuar con tu tarea", se enorgullece el presidente.
