Mónica Garrido, de 43 años, se encontraba en su vivienda en La Higuera Canaria, Telde, la fatídica Nochebuena de 2016 cuando Víctor de Alejandro Suárez, tras una discusión, le asestó 26 puñaladas en todo el cuerpo, ocasionándole la muerte. El cadáver fue hallado el 30 de diciembre, después de que unos amigos se trasladaran junto al homicida confeso a la vivienda y llamaran a la Policía Local.
Mónica Isolina Garrido Temes nació en Alemania el 14 de agosto de 1973. Debido a que sus padres de origen sevillano habían emigrado a ese país, allí vivió los primeros ocho años de su vida y después se trasladó con su familia a La Rinconada, Sevilla. Era la mayor de tres hermanas que hoy sufren al no tenerla a su lado.
Ella contrajo matrimonio dos veces, del primero nació su primogénito, Martín Vázquez. Con su primer esposo mantuvo una buena relación hasta el fin de sus días. Tanto, que no ha faltado un solo día al juicio en contra del homicida de Mónica y también exige que se haga justicia.
La fallecida, en el verano de 2013, decidió mudarse a Gran Canaria porque en la isla tenía a su amiga y excuñada del primer matrimonio, María José Vázquez.
Después decidió irse a vivir a Jinámar, en Telde, donde conoció a Marcos Torón, quien fue su pareja sentimental durante dos años y seis meses, hasta mayo de 2016. Sin embargo, en 2015 vivieron juntos en el piso de La Higuera Canaria, donde le fue arrebatada la vida meses después de una forma violenta.
En verano de 2016 conoció en un bar de la isla al hombre que le asestaría las puñaladas. Víctor Manuel de Alejandro Suárez tenía 38 años cuando empezó a salir con Mónica, él afirma que solo mantuvieron una relación de amistad, pero en el juicio llevado a cabo en su contra, ha salido a la luz que en su primera declaración a la Policía Nacional expresó que fue el novio de la víctima desde octubre y durante dos meses. Otros testigos afirmaron que los vieron agarrados de la mano en un centro comercial y también en las fiestas de Jinámar el 8 de diciembre del 2016.
En junio de ese año, Mónica visitó a su familia en Sevilla, por lo que Melania Garrido le dijo que se quedara a vivir y ella no quiso. "Me dijo que estaba enamorada de la isla, que no iba a regresar y así fue", indicó. En una de sus conversaciones le preguntó por su vida amorosa, a lo que la víctima le contestó que no tenía una relación formal.
"Me comentó que no tenía algo serio aún y sonrío. Me dijo también que los canarios eran muy celosos", destacó Melania, quien también reveló que su hermana no presentaba una pareja hasta que no fuese formal. "Tuvo dos matrimonios fallidos, lo menos que iba a querer es que le pasara de nuevo", afirmó.
"Yo no puedo entender que la ley diga que para ser pareja haya que tener una proyección a futuro, la violencia de género existe y mi hermana fue una víctima de ello", sentenció Melania con la voz quebrantada.
Su hijo, Martín Vázquez, fue el primero en recibir la llamada con la terrible noticia. "Hablé con la amiga de mi madre y me dice que la han encontrado muerta, con un golpe en la cabeza, sentí que me iba a desmayar, no lo podía creer", expresó entre sollozos.
"Llamé a la Policía de Telde y me dijeron que a mi madre la estaban trasladando al hospital, después llamé a Víctor y me dijo que la encontraron muerta en un charco de sangre y me colgó la llamada", aseveró el joven.
El padre de Mónica, Martín Garrido, exige que se haga justicia. "Mi niña era muy trabajadora e independiente desde los 16 años, yo no quiero dinero, quiero justicia", expresó entre lágrimas.
Marcos Torón, mantuvo una relación "muy especial" con la fallecida, a pesar de haber terminado, seguían siendo buenos amigos. "Ella iba a mi casa todos los días, nos llevó comida el día antes de su muerte para la cena de Nochebuena; mi madre le pidió que viniera a cenar el 24 diciembre con nosotros, pero ella me dijo que Víctor era muy celoso y que no quería problemas", aseguró. "Ella se convirtió en una hija para mi madre, era parte de nuestra familia", destacó.
Marcos fue de los primeros en enterarse de la muerte de Mónica, pues cuando ella no contestó el teléfono y fue a su casa en esos días, se asustó. Llamó a otro hermano y a Víctor y fueron juntos a la casa de la víctima, que no respondió al llamar a la puerta. Los Policías decidieron entrar cuando el hermano de Marcos quitó un cartón de la puerta y vieron a Mónica tendida en el suelo.
El 3 de enero, Víctor le confesó el homicidio a un amigo que es Policía Nacional y que además estaba encargado de la investigación. Les indicó donde había tirado el cuchillo de 16,40 centímetros de largo y afirmó que solo se acordaba de darle dos puñaladas en el cuello. Pero fueron 26 en total, una de ellas fue con tanta violencia que perforó una costilla, según afirmaron los forenses. Incluso un funcionario de la Policía Científica aseguró que el crimen había sido con "saña".
La amiga de Mónica afirmó que ella lo iba a denunciar el 25 de diciembre por la mañana, así se lo había hecho saber cuando la llamó en Nochebuena. Le dijo que el acusado la acosaba y la tenía agobiada, e incluso la amenazó con suicidarse dos días antes de matarla.
El fiscal pide 12 años de prisión por homicidio y no considera que sea un crimen por violencia de género.
