La fiscal que lleva el caso del 'crimen del bidón' aseguró ayer en la cuarta sesión del juicio que se lleva en contra de Sira María que no le cabe dudas de que la acusada quiso acabar con la vida de su pareja al iniciar el ataque por la espalda con el fin de matarlo.
"Estoy convencida de que fue un asesinato", aseveró la fiscal Cristina Coterón, que en un principio calificó los hechos como homicidio, pero tras escuchar el testimonio de los testigos, peritos, guardias civiles y forenses se "convenció" de que la muerte de Daniel Ceballos fue de forma sorpresiva y no un accidente, como señaló la acusada.
"No creo que el ataque sea de frente, tuvo que agredirlo por la espalda, por eso queda claro que lo hizo con la intención de matarlo", aseguró la fiscal, que además hizo énfasis en una herida de 25 centímetros en la espalda "producida por un arma blanca". "El ataque fue sorpresivo y alevoso, se comprobó por las heridas que tiene en la espalda", afirmó Coterón.
Asimismo, en la reconstrucción de los hechos la procesada indicó que cuando la víctima cayó y se pegó la cabeza contra el suelo perdió sangre y cuando declaró el lunes sostuvo que no fue así, por lo que cayó en contradicciones a juicio de la fiscal. De igual forma, las forenses destacaron que el golpe de la cabeza no generó una hemorragia externa.
Para la Fiscalía la muerte de Daniel Ceballos pudo producirse mientras él estuvo en la habitación principal de la vivienda donde ambos residían en Telde y que el cuerpo se pudo desangrar en la cama, cuyo colchón nunca apareció. También resaltó que existen "unas pintadas" en ese dormitorio como si hubiesen vivido okupas, que pudo ser para borrar la sangre, ya que la víctima recibió varias puñaladas y se desangró hasta morir. Coterón destacó que la cerradura del domicilio no estaba forzada descartando de esta manera que un tercero accediera a la vivienda y se llevase algún mueble o el colchón.
Sira María Quevedo tuvo tiempo de sobra para limpiar la escena del crimen y deshacerse de objetos que pudieran incriminarla, así lo entendió la fiscal. "Estoy convencida de que Daniel Ceballos fue asesinado entre el 26 de febrero y el 2 de marzo de 2016", señaló Coterón. El cadáver apareció en las aguas de Los Nidillos en Las Palmas de Gran Canaria el 13 de mayo de 2016, por lo que el ministerio público cree que estuvo dentro del bidón durante esos meses. "El padre de su hijo menor reveló que buscaba al niño en La Isleta porque ella estaba viviendo allí, así que no estuvo en Madrid en ese intervalo de tiempo, entró al piso de Telde las veces que quiso porque además tenía la llave", relató Coterón.
En cuanto a la estafa, la fiscal reiteró que se produjo cuando Ceballos ya estaba muerto. "La cuenta bancaria que da para que la familia deposite el dinero es de ella, a petición de la familia da una cuenta bancaria de la víctima a la que ella tenía acceso, el vehículo lo vendió sin su consentimiento porque quedó acreditado que el fallecido jamás vendería su coche. Además, él interpuso una denuncia cuando se percató de la sustracción", concluyó la Fiscalía.
Con respecto a Vicenta Sirvent, el Ministerio Fiscal recalcó que el cuerpo presentaba manchas en el rostro que eran compatibles con la lejía, por ello aseguró que la amiga de Sira María le ayudó a trasladar el cadáver y además a rociar dentro del bidón un producto para tapar el mal olor que desprendía. "Ella supo que era Daniel Ceballos el que estaba dentro del bidón", finalizó Coterón.
El letrado de la acusación particular que representa a la madre de la víctima sostiene que fue un asesinato y que Sira María "pudo drogarlo y apuñalarle mientras dormía". El móvil del crimen para el abogado fue que se iba a descubrir su falso embarazo, "por eso vendió el coche" para tener dinero y huir. La acusación particular que representa al padre del fallecido calificó los hechos como "un guión de Hollywood" y también enfatizó que fue un ataque sorpresivo "después de suministrarle una sustancia hipnótica para que no descubriese la estafa del coche" y posteriormente elaboró un plan "macabro" para deshacerse del cuerpo. "Deben cumplir condena sin derecho a suspensión de la pena", sentenció el letrado.
La defensa de Sira María apuntó que su defendida confesó los hechos desde un primer momento y que Ceballos murió entre el 23 y 28 de abril de 2016 a raíz de un accidente, por lo que aseguró que la víctima estaba viva cuando se vendió el coche y se le pidió dinero a la familia. Rechazó que las heridas del fallecido fuesen por puñaladas y afirmó que fueron post mortem. Además, relató que fue Sirvent quien planeó cómo desaparecer el cuerpo y quien ayudó a la acusada a meter el cuerpo de Daniel Ceballos dentro del bidón. "Tomó una decisión incorrecta, llamó a su amiga en vez de a la Policía y ésta la aconsejó mal", manifestó la letrada.
El abogado defensor de Vicenta Sirvent manifestó que ella "solo quiso ayudar a su amiga". Al presentar su informe ante los miembros del jurado apostilló que "la fiscal solo quiere confundirlos" y que Vicenta siempre creyó que lo que había dentro del bidón era un perro. "Daniel Ceballos murió por capricho de la acusada y mi clienta solo fue un instrumento de ella", indicó el letrado.
Ambas mujeres tuvieron su derecho a la última palabra. Vicenta Sirvent expresó que sentía haber trasladado el bidón con lo que creía "era un perro" y que no entendía cómo su amiga podía "hacerme esto". Sira María, por su parte, pidió perdón a la familia y declaró que "no quería hacerle daño". El juicio quedó pendiente para el veredicto del jurado popular.
