Los 17 usuarios del centro de día de alzhéimer de La Pardilla se alojan desde ayer en dos residencias, una en El Palmeral, ubicada cerca del hospital Doctor Negrín y otra de la empresa Asidma, en Escaleritas, ambas en Las Palmas de Gran Canaria, mientras se ejecuten las obras de rehabilitación y reforma del habitual recinto donde son atendidos, que comenzarán el próximo lunes. Los afectados debían "ir sí o sí a esas residencias porque ya estaban pagadas desde hoy [ayer para el lector] esas plazas y si no iban las perdían y pasaban a otras personas", apunta la representante de una de las familias.
Las gestiones realizadas por el Ayuntamiento de Telde ante el Gobierno regional y el Cabildo de Gran Canaria para la cesión del RAM de Infantil del colegio público León y Castillo no llegan a tiempo para que estos pacientes puedan esperar su regreso a La Pardilla. Los gobiernos en funciones y sin cerrar en las administraciones autonómica e insular dificultan la realización de los trámites necesarios para que la propuesta teldense de solicitar el cambio de uso del inmueble escolar se haya podido materializar, aunque desde el Consistorio se indica que es una idea que seguirá su curso para intentar que estas personas pasen en la ciudad el mayor tiempo posible.
Así se evitaría las molestias y gastos que les supondrán a sus familiares el transporte a ambas residencias de Las Palmas de Gran Canaria, ya que corren de su cuenta el pago del traslado. Una circunstancia la del desplazamiento que querían salvar las familias y eludir así el doble hándicap del cambio de centro a otro municipio y su separación en dos residencias en vez de mantenerlos juntos como hasta ahora en un mismo lugar.
"Pierden ellos y sus familias"
Un trastorno no solo económico para las familias de los usuarios del servicio de atención del alzhéimer, sino también de tiempo. "Al final los que perdemos son los usuarios y sus familiares", lamenta la misma fuente, "ya que tenemos que pagar el 20% restante del coste de la plaza porque la ley nos cubre el 80 por ciento del total, además del transporte, que tenemos que abonar las familias para que los lleven a las residencias y los traigan a casa".
Los 17 pacientes comenzaron ayer su traslado a las respectivas residencias donde permanecerán durante la realización de los trabajos en el edificio de La Pardilla, que fueron adjudicadas a la empresa Servicios y Mantenimiento Suárez, por un importe de 53.062 euros y un plazo de finalización estimado en unos dos meses, según fuentes consultadas. Los trabajos consisten en la eliminación de humedades, mejora de la accesibilidad y de los aseos, entre otras reparaciones.
El alcalde de Telde, Héctor Suárez, negoció con el Cabildo de Gran Canaria que se retrasara el inicio de las obras una semana para ganar tiempo mientras se tramitaba el cambio de uso del RAM, aunque también habría que abordar algunas obras en ese recinto, ya que los aseos no están adaptados para estas personas. Es un centro de educación infantil que el próximo curso escolar quedará desierto porque los 150 niños que estudian allí se van al colegio público en Picachos.
Peligro de perder la plaza
Esta posibilidad fue descartada por la corporación insular al alegar que los trabajos ya se han retrasado más de lo previsto, por lo que desde el Instituto de Atención Sociosanitaria (IASS) se argumentó que se remitía a lo acordado con el Ayuntamiento, esto es, que los beneficiarios del servicio fueran trasladados a las residencias donde se habían contratado sus plazas.
Un traslado que, de no producirse, ponía en riesgo esas reservas, según les comentaron a sus familiares. "Teníamos que ir sí o sí porque ya estaban pagadas por el Cabildo y si no iban las perdían y pasaban a otras personas", apostilla una hija de una de estos usuarios de La Pardilla.
