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Jinámar denuncia el reasfaltado «a medias» de la calle Fernando Sagaseta

La carretera solo está pavimentada en el medio y ha quedado desnivelada y con gravilla

Trabajos de repavimentación en la calle Fernando Sagaseta, en Jinámar. Los márgenes de la vía han quedado sin asfaltar. | | LP/DLP

Para muchos vecinos de Jinámar, los socavones que lucen la mayoría de vías del barrio son ya un elemento más de su paisaje urbano. En el caso de la calle Fernando Sagaseta, los numerosos y profundos baches han obligado durante años a los conductores a circular sus vehículos en movimientos de zigzag para evitar quedar atrapados dentro.

Las reclamaciones de la comunidad vecinal han sido constantes durante décadas, por eso las máquinas de asfaltado que aparecieron el pasado lunes por la zona ofrecieron un halo de esperanza e ilusión. No tardaron mucho en quedar truncadas, sin embargo.

Los residentes en la localidad teldense han manifestado en estos días que no dan crédito a la situación en la que ha quedado esta vía, que comenzó a rehabilitarse el pasado lunes. En vez de estar completamente cubierta por el hormigón se ha quedado «a medias».

La actuación municipal, sostienen los vecinos de Jinámar, ha consistido únicamente en el pavimentado de los carriles centrales, por donde transitan los coches. Los laterales de la calzada, reservado para el aparcamiento de los vehículos, continúan en el estado original.

«Han creado un desnivel entre la zona rehabilitada y la que ha quedado sin hormigonar, además de que ha quedado gravilla por toda la vía sin recoger», explica Juan Medina, presidente de la asociación La Solidaridad del Valle, que considera una «auténtica chapuza» la situación final de la carretera. En concreto, las trabajos han quedado limitados a 300 metros a lo largo de la calle que lleva el nombre del reconocido abogado y diputado nacional por la provincia de Las Palmas, que corresponden a la ubicación del colegio Hilda Zudán (situado entre dos rotondas que no han sido incluidas en el proyecto de reasfaltado).

Todavía queda más de la mitad de la vía por asfaltar, aunque han tapado los agujeros más profundos y que presentaban mayor peligrosidad para los conductores.

Esta situación está siendo valorada por otros colectivos del barrio que forman parte del Movimiento Vecinal de Jinámar (MVJ), fundado hace un año por los líderes de las asociaciones vecinales y sociales. En estos momentos ya ha adscrito unos quince colectivos. Algunos de los componentes adelantan que pronto convocarán una reunión para valorar la situación y pedir explicaciones a la administración municipal.

«Es verdad que la calle ha mejorado porque han quitado los grandes baches que tenía; pero no es normal como han dejado la vía, a medio terminar, y mucha gente está molesta por eso», aclara Lolo Rodríguez, fundador de la Red de Solidaridad Popular de Jinámar. El estado de la carretera ha provocado numerosas quejas entre los vecinos, especialmente entre aquellos que residen en la Fase V.

Una de las denuncias más recordadas, que acabó viralizándose por las redes sociales, consistió en la plantación de árboles de laurel en los socavones de mayores dimensiones que encontraban a lo largo de la calle. Los vecinos tiraban tierra en el interior de los agujeros, colocaban semillas o pequeños troncos y después regaban. La Policía Local mandó a retirar todas las plantas apenas unas horas después, pero el vídeo de la actuación quedó subido a Youtube y fue compartido en numerosas plataformas.

Por otra parte, desde el Ayuntamiento teldense han comunicado que la actuación anunciada únicamente consistía en el reasfaltado de la entrada hacia el Valle por Eucaliptos I y las zonas más deterioradas de la calle Fernando Sagaseta, pero agregan que está prevista la redacción de un proyecto de rehabilitación de las carreteras mucho más extenso para los próximos meses, en el que se incluye el resto de esta vía.

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