La firma de organización de bodas Donjuanes se alza como ganadora en los Wedding Awards

Las empresas nupciales han tenido que duplicar esfuerzos este último año para poder hacer frente a la llegada de cientos de bodas, que se han tenido que postergar hasta tres años por las restricciones sanitarias. "Ha sido un esfuerzo de todo el sector para intentar contentar a las parejas", indicó Marcos Pérez, que se dedica a la organización de estas celebraciones junto a Iván Blanch. Ambos cierran el año con una agenda más repleta de lo habitual, pero esto no ha impedido que la firma teldense Donjuanes se alce como ganadora de los Wedding Awards, que lleva a cabo el portal bodas.net, entre más de 5.000 negocios participantes. 

La empresa de organización de bodas ha obtenido este reconocimiento tras recibir una valoración media de cinco estrellas por parte de las parejas que han celebrado su unión con ellos en 2022. Iván Blanch remarca que "da mucho orgullo porque lleva un trabajo detrás que implica pasar mucho tiempo con cada pareja y que después salgan tan satisfechos para nosotros es lo más importante". Uno de los secretos que les ha valido este reconocimiento pasa por limitar el número de ceremonias al año, que nunca suele sobrepasar las 10 u 11 bodas, si bien admite que en esta ocasión han tenido que coger carrerilla para atender a todos los clientes.

"Si echas la vista atrás, la pandemia ha llevado a algunas parejas a esperar hasta tres años para casarse. Tenemos incluso un caso excepcional de una pareja que ha tenido que esperar cuatro años porque por un tema personal la retrasaron y luego vino todo de golpe", explicó Pérez. El profesional del sector incide en que "cuando los prometidos llevan tanto tiempo esperando, si te dicen que quieren hacer su boda el 24 de junio, aunque tengas otro evento a la semana siguiente, no le puedes decir que no". 

"Cuando te esfuerzas en organizar este tipo de celebraciones hay detrás un desgaste emocional importante"

Iván Blanch y Marcos Pérez empezaron a organizar bodas hace siete años por pura casualidad, cuando una amiga en común les pidió que se encargaran de planificar su unión matrimonial. Desde ese momento los dos fundadores de la firma mantienen la actividad de la empresa como una afición que realizan por gusto y que compaginan con sus respectivas profesiones, que poco o nada tienen que ver con los anillos y los ramos. 

"Cuando haces este esfuerzo te entregas mucho y hay un desgaste emocional importante", analizó Pérez. La clave es "buscar esa esencia y ese mensaje que hace diferente la boda de una pareja respecto a otra". 

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