La ocupación del Palacio de la Cultura alerta a vecinos y empresarios

El edificio, que permanece inacabado desde hace más de veinte años, sufre un incremento de actos vandálicos e incendios en los últimos meses

Benyara Machinea

Benyara Machinea

El Palacio de la Cultura iba dirigido a convertirse en el motor de la oferta cultural del municipio de Telde con la creación del mayor teatro de Canarias. Sin embargo, más de dos décadas después de colocar la primera piedra para su construcción, el edificio ha terminado siendo uno de los mayores lastres de la ciudad, pues la paralización de las obras ha convertido el lugar en un espacio abandonado donde priman las entradas ilegales y los incendios. Ante esta situación, vecinos y empresarios coinciden al denunciar la inseguridad que genera el estado del inmueble en sus viviendas y locales

El último conato que tuvo lugar la semana pasada puso de manifiesto el peligro que implica la entrada de personas a un edificio que presenta numerosos huecos en el suelo, donde pueden resbalar y caer en cualquier momento. Sin embargo, eso no ha impedido la llegada de inquilinos que trasladan al inmueble abandonado sus colchones y enseres, como pudo comprobar el Consorcio de Bomberos que acudió a extinguir el incendio más reciente, para lo que tuvieron que emplear 2.000 litros de agua. 

El incremento de incidentes en la zona ha requerido actuaciones en más de diez ocasiones en los últimos meses, lo que ha llevado al Consorcio de Emergencias a reclamar al Ayuntamiento de Telde que tome medidas preventivas para evitar la entrada de más personas al recinto. Desde el Consistorio aseguran que "concretarán algunas actuaciones" para limitar estos sucesos, como explica el concejal de Gobierno de Territorio Héctor Suárez

Sin embargo, las medidas temporales no terminan de convencer a todos los afectados. Marcelo Fuentes, dueño de la tienda de tatuajes y barbería The Korner, que se encuentra ubicada a pocos metros del edificio, incide en que "no hay opciones que se puedan tomar a corto plazo para evitar la entrada de personas porque ya se valló, se hizo un muro bastante consistente alrededor del edificio y no ha sido suficiente". 

El empresario de la zona denuncia que "el Palacio de la Cultura, al ser un espacio tan grande, abarca a mucha gente y se crea un núcleo de gente de dudosa reputación que tienen su espacio dentro del inmueble". De esta forma, el dueño del local explica que "se producen múltiples incendios y agresiones, sin ir más lejos hace unos días hubo una pelea entre un grupo de chicos".

Por su parte, el restaurante Pizpireta, situado en los alrededores del inmueble, hace énfasis en la necesidad de que se tomen medidas definitivas y se decidan a terminar la obra o derribarla y hacer otra cosa en el terreno ya que "el edificio no se puede quedar así porque afea la zona". La presidenta de la Asociación de Empresarios de la Zona Comercial Abierta de San Gregorio, Mónica Muñoz, remarca que la paralización del proyecto implica "la pérdida de oportunidades de atraer a nuestra zona comercial visitantes de otras ciudades o turistas que puedan ver y pasear por un área cultural donde hoy no existe nada más que bloques y suciedad".

Oportunidad perdida

La idea de crear el Palacio de la Cultura surgió por primera vez en 1997 como una forma de generar ocio y entretenimiento en la Isla. El proyecto, que tardaría otros 3 años antes de arrancar su construcción, paralizó sus obras en 2003, aunque fueron retomadas de nuevo entre 2008 y 2009, año en el que el plan quedó estancado. Las reclamaciones de vecinos y responsables escolares llevaron al Consistorio a tomar en 2018 la decisión de vallar la zona para tratar de frenar la entrada de okupas. 

La última actualización tuvo lugar a finales de 2021, cuando la alcaldesa de la ciudad, Carmen Hernández, aseguró que el Consistorio destinaría cinco millones de euros cedidos por la Unión Europea a terminar la fachada. Sin embargo, este dinero no llegó a ingresarse, por lo que a día de hoy no se ha llevado a cabo la actuación. Muñoz aclara que, de culminarse este proyecto "no sólo crecerían los negocios cercanos al palacio de cultura sino también los demás y daría pie a nuevos locales relacionados con el turismo".

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El Palacio de la Cultura invirtió quince millones de euros en sus primeros años para llevar a cabo la construcción, que apenas alcanzaron para poner los cimientos del edificio. Las grandes sumas de dinero que implicaría retomar las obras es uno de los principales obstáculos a la hora de analizar el futuro del inmueble, pues las últimas estimaciones del Ayuntamiento sitúan este coste cerca de otros quince millones. La opción de derruirlo aún permanece bastante lejana, por lo que las actuaciones que se han lanzado en los últimos años pasan solo por bloquear la entrada al edificio para limitar los accidentes y los incendios. La última medida en este sentido se produjo en 2018 con el vallado de toda la zona tras las quejas de los vecinos, para lo que se invirtieron cerca de 80.000 euros.

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