"Ratas como leones" por las inundaciones de aguas fecales en Las Remudas

Los bajos de los bloques de esta urbanización de Telde están inundados por la rotura de la red de saneamiento

Los vecinos temen que los daños estructurales producidos ocasionen el "colapso" de los edificios

Inundaciones en los bloques de edificios de Las Remudas en Telde

LP/DLP

Obligados a vivir con las ventanas cerradas, temiendo a que los bloques cedan por los daños ocasionados por las constantes inundaciones de aguas fecales y sufriendo el malestar físico por el mal olor. Así viven los vecinos del número 10 de la calle Alejo Capentier de Las Remudas, en Telde, desde hace semanas, aunque advierten de que es una situación que afecta a toda la urbanización.

Desde primera hora de esta mañana, una cuba de la empresa mixta Aguas de Telde extraía del sótano de este edificio las aguas fecales. A las nueve y media de la mañana volcaba la tercera carga en la red general de alcantarillado. Mientras, en un parterre aledaño, operarios de esta compañía abrían un pozo. El olor de los gases fecales lo invadía todo.

La presidenta de este bloque, Eva María Mendoza, asegura que este es un problema con el que han convivido los vecinos casi inmediatamente después de que las viviendas de esta urbanización se habitase en 1978 y "cada cierto tiempo se inunda". La última vez fue hace dos semanas y desde entonces están detrás de Aguas de Telde y del Ayuntamiento para que resuelvan esta situación.

Junto a ella, Marcos Antonio Cabrera Gil, observaba los trabajos. Él es representante de los presidentes de todas las comunidades de esta urbanización que cuenta con 72 bloques repartidos en ocho aparcamientos y asegura que dado el diseño de la red de alcantarillado "que discurre atravesando por el subsuelo todos los edificios", todas las viviendas están afectadas en mayor o menor medida por este problema, aunque "algunos no tienen acceso a los sótanos" y no perciben las inundaciones.

Eva Mendoza y Marcos Cabrera muestran los efectos de las inundaciones en los pilares del edificio.

Eva Mendoza y Marcos Cabrera muestran los efectos de las inundaciones en los pilares del edificio. / Juan Castro

"O aguantan los olores fuertes o tienen ratas como leones", asevera con rotundidad este representante vecinal. Algunos de estos sótanos, apostilla Cabrera, "están llenos de los escombros que dejaron cuando se construyeron las casas hace casi 50 años y queremos exigir que los vacíen para hacer un peritaje de su estado".

Los vecinos aseveran que a pesar de que en 2012 la empresa pública de suelo y vivienda de Telde, Fomentas, realizó una intervención integral en el barrio, el problema persiste. "Lo que hicieron fue sacar unas canalizaciones por las fachadas de los edificios, pero luego vierten en una red "hecha con tuberías de cemento que se han ido degradando, por lo que todo se inunda", lo que ha obligado, incluso, a cerrar locales y comercios que dan al parque central.

Cuatro escalones de altura

Eva María Mendoza afirma que "hace unos años el agua alcanzó tanta altura que llegó al portal", lo que significa que superó los cuatro escalones que salvan el desnivel entre el sótano y la entrada al edificio.

Esta constante humedad y las continuas inundaciones, agregan "están destrozando los pilares y ocasionando daños estructurales, y tenemos miedo a que el edificio entre en colapso". En ese sentido, Marcos Antonio Cabrera Gil apunta a que un técnico le dijo que "los pilares de estos edificios están peores que los de Las Salinas, en La Garita, que ha sido declarado casi en ruina" y será objeto de una inversión millonaria.

El día a día de los vecinos es duro. "No podemos abrir las ventanas y como la estructura del edificio está tan dañada, se caen los azulejos y el suelo de las casas tienen grietas", sostiene Eva María Mendoza, que añade que "el seguro nos dice que es por la cimentación del edificio".

Eva Mendoza y Marcos Cabrera, delante del bloque donde trabajaban hoy los operarios de Aguas de Telde

Eva Mendoza y Marcos Cabrera, delante del bloque donde trabajaban hoy los operarios de Aguas de Telde / Juan Castro

"Una vecina se ha tenido que ir a casa de una amiga a La Garita porque no aguantaba el olor y otro estuvo vomitando una semana, igual que uno de los operarios que estaban realizando trabajos aquí".

En medio de esta situación, los vecinos afirman que están cansados de que "todos se pasen la pelota" y nadie resuelva el problema.

Aguas de Telde trabaja en la zona

El gerente de Aguas de Telde, Luis Rúa, señala que "este es un tema histórico de esos edificios, donde muchos tienen sus bajantes particulares rotos que son los que provocan que se inunden los sótanos", por lo que el margen de maniobra de la empresa mixta es poco.

"Sin embargo, no es la primera vez que la red exterior se obstruye y retroceden las aguas", que es precisamente lo que ocurrió hace dos semanas en la calle Alejo Carpentier, "donde acabamos reparando un tubo". En otra de las calles, "donde hay un sótano inundado, no observamos avería aparente en la red y lo que hemos hecho es aprovechar que estábamos ahí y vaciarles el sótano".

"Una vecina se ha tenido que ir a casa de una amiga a La Garita porque no aguantaba el olor y otro estuvo vomitando una semana, igual que uno de los operarios que estaban realizando trabajos aquí".

Eva María Mendoza

— Presidenta de la comunidad del bloque afectado por la última inundación

Rúa precisa que "Las Remudas, al igual que otras urbanizaciones, no dispone en muchos edificios de la perceptiva arqueta exterior de registro que establece la ordenanza municipal, que es la que limita a efectos prácticos la red municipal de la red particular y que, además, permite que el agua rebose por ella y no por los sótanos, así como que los equipos municipales puedan limpiar y mantener esos tubos".

Con todo, "en nuestro ánimo de colaborar, solemos hacer limpiezas y reparaciones en esos tubos que se encuentran en los parterres particulares", si bien en "los bajantes rotos que discurren por los patios y pasan por el techo de los sótanos sí que no entramos", concluye.

Movilizaciones y denuncias

Ahora, los vecinos avisan que recurrirán a los juzgados para intentar encontrar una solución "y pedir daños y perjuicios" y "compensen los gastos que han tenido que hacer las comunidades en todos estos años. Para ello, añaden, ya han presentado una primera denuncia en la Policía Local y están a la espera del expediente, y están recogiendo las firmas de todos los presidentes. Solo les faltan 11 de los 72.