Desde la ciudad arzobispal... (XLVII)

Míster Thomas Blisse

Fue uno de aquellos ingleses que, adelantado a muchos otros, se afincó en Gran Canaria concretamente en Telde

Vistas de San Juan y palmera de la Casa Condal en Telde.

Vistas de San Juan y palmera de la Casa Condal en Telde. / Andrés Cruz

Hace unos días recibí una atenta y cariñosa carta de mi buena amiga María Isabel Torón Macario, hija de la excelsa soprano doña Isabel Macario Brito y del tantas veces admirado poeta don Saulo Torón Navarro. En la misiva me comentaba que entre los muchos papeles que conserva con esmero y santa paciencia, encontró «este recorte de mi tío Pepe Macario (José Macario Brito)», para, a continuación, reseñar que fue el mismo que su abuelo mandó a Londres para ser receptor de los tomates que desde Gran Canaria llegaban a esa ciudad. Don José, utilizando una cuartilla y a máquina, escribe: «Mr. Thomas Blisset (en letra mayúscula y todo subrayado). Le conocí en Telde por los años 1892 a 1898. Era un hombre alto y fornido, de cabello rubio y tez sonrosada y carácter algo brusco, pero serio y laborioso. En verano usaba traje y zapatos blancos, siendo una figura exótica que contrastaba con los demás del pueblo. Más tarde, en 1905, lo saludé en Convent Garden, Londres, y me dio recuerdos para mi padre que, después de él, fue el primero que exportó tomates a Inglaterra. Bien merece Mr. Blisset se le dedique el recuerdo propuesto, dando su nombre a una calle de esta ciudad, por haber sido el iniciador de un cultivo que hoy constituye la principal riqueza del país. Firma J. M. B.».

Ciertamente fue míster Blisse uno de aquellos ingleses que, adelantado a muchos otros, se afincó en Gran Canaria concretamente en Telde para, en la finca del Mayorazgo de Tara, hacer semilleros y posterior plantación de los primeros tomates canarios dedicados por entero a la exportación hacia Europa. Míster Blisse también contribuyó a nuestro patrimonio histórico artístico al encargar y costear un gran almacén para empaquetados de tomates junto al puente de los Siete Ojos, al pie de Cendro y en el arranque mismo de la carretera hacia la Higuera Canaria. Poseyó casa en Telde en la antigua Calle Real, hoy León y Castillo. La fachada de ese edificio es de bello y austero estilo Adams, una interpretación británica del estilo neoclásico. En cambio, su interior sigue poseyendo la distribución de las edificaciones domesticas canarias; todas sus habitaciones, tanto en planta baja como alta abren sus puertas y ventanas hacia un hermoso patio central. En la trasera de esa mansión sanjuanera, se abre un bello jardín huerta, cerrada por un alto tapial hacia la calle Doramas. Cuenta también con cochera (garaje) que primero la ocupara un popular quitrín y más tarde, cuando la casa pasó a otros dueños, diferentes automóviles.

Era míster Blisse un caballero de palabra dotado de una inteligencia natural para los negocios nada común. Admirado y respetado tanto en Telde como en Las Palmas de Gran Canaria, dejó una profunda huella en la sociedad grancanaria. Ya retirado en la capital británica, solía pasearse por los muelles, en donde sabía llegaban los barcos cargados con plátanos y tomates canarios. En el mercado era asiduo a las subastas y puestos de venta de las frutas isleñas. Mantuvo sus amistades canarias a través de cartas o visitando a la nueva generación de familias exportadoras que vivían diseminados por los principales puertos ingleses. Tanto la capital grancanaria como la Ciudad Arzobispal de Telde le recuerdan a través de la nominación de dos calles.

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