Uno de los héroes del 21-J ante el Zaragoza -hizo el 1-0-, en la fecha mágica del salto de categoría, e icono de cantera en el proyecto galáctico de la UD en Primera con 16 duelos (1244' y un gol ante el Sevilla). ¿Qué representa este 2015 en su carrera?
Como le comento a mis amistades y familiares, el 2015 ha sido un año del '15'. En primer lugar por el ascenso, aquella eliminatoria ante el Zaragoza, ese 2-0, remontando el (3-1)de La Romareda ante nuestra afición en el Gran Canaria. Gracias al acierto de mis compañeros pude marcar, y con el paso del tiempo te percatas de la relevancia de un ascenso. Fue histórico para la entidad. A todo eso, sumar el debut en Primera -ante el Atlético en el Calderón-, y el hecho de poder lograr el primer gol de la UD en la máxima categoría en el estadio de Siete Palmas -fue ante el Sevilla, el 23 de septiembre-. Hay que ser agradecidos, y se lo debo a Herrera por la continuidad que me dio en Segunda (jugó 35 encuentros en los que sumó 4 goles). Siempre he tenido el sueño de jugar en Primera y lo he logrado. En ese resumen del 2015, está por encima de todo, el deseo realizado de poder jugar de amarillo, con el escudo de mi corazón, en la mejor competición del mundo.
Una imagen, una fotografía de máxima resolución JPG para la gloria. ¿La fiesta del 21-J, verse en el Bernabéu, brillar en el Camp Nou, su gol con 9 amarillos...?
-Reflexiona unos segundos- Con la del ascenso, supone un pequeño gran paso para la entidad. Insisto en la importancia histórica para el club.
En el plano más personal, tras el consumar el salto de categoría, se casó con su novia Patricia en la Iglesia Santa Isabel Hungría, la madre de su hijo Roque Junior... ¿Valen más las conquistas o un compromiso en la vicaría?
Compartir con la familia todas estas alegrías y hazañas es lo máximo. Poco más puedo pedir, los míos lo son todo. Forman parte de mi lucha, mis sueños y esperanzas. No solo ahora, también en las derrotas y decepciones. Fue un año bueno, me casé en un momento mágico para mi familia y mi gente. A ellos les brindo mis logros. Forman parte de mi día a día, son mi motor. Reflexiono y fue un año redondo.
En sala de prensa se le cuestionó por su secreto, la fórmula mágica que le ha llevado en algo más de un año de jugar en Segunda B con el filial a hacerlo en el Bernabéu con la UD. Tiró de repertorio y recurrió al 'trabajo' y ser 'un perfeccionista'. ¿Por qué no desvela dónde está su Santo Grial?
No lo sé, no es tan complejo. Es más natural, siempre lo he achacado a afrontar con el máximo de ambición el día a día. El capítulo más doméstico como entrenar...Ser cada día mejor en lo que hago y eso me vale muchísimo (...) ¿Secretos? Me veo en la televisión y así analizo los aspectos técnicos futbolísticos en los que fallo. Así, trato de mejorarlos para los siguientes partidos para que no suceda. En acciones de tiro, pase...Y mucho sacrificio.
Usted presume de teldense y de perfeccionista empedernido...
Lo intento, es imposible ser perfecto. Que todo te salga redondo, pero trato de pulir y corregir mis errores. Con el objeto de fallar lo menos posible. Lo considero obligatorio.
En este viaje por el 2015, por su consolidación en la UD en un playoff sin fisuras y su sobresaliente integración a Primera, hay una acción que no pasó desapercibida como su caño a Mascherano en el Camp Nou -el pasado 26 de septiembre en el Camp Nou-. Se hizo el silencio en el templo culé.
Fue una anécdota, me salió perfecto lo que pasa que sucedió con Mascherano y tuvo un impacto mediático quizás exagerado. Es lo que sucede cuando te mides a estos gigantes, todo se magnifica...
Paco Herrera, arquitecto de gloria y despedido. ¿Cómo vivió la salida del preparador catalán, tras caer goleados (4-0) ante el Getafe? ¿Fue una acción justa?
Con Paco aprendí mucho, no podemos olvidar el hueco que dejó en la historia de la UD. Fue un hombre importante, con él tuve un momento clave -tras un inicio irregular se gana la confianza del técnico y se vuelve una pieza de oro en la segunda vuelta con 1732', 3 goles y 3 asistencias-. Fue el que quizás más me dio, aprendí mucho de él (...) Con Setién llegan otras ideas, diferentes conceptos pero desde que ha llegado, él cree en mi juego. Trato de aprender cada día, desde la humildad y el sacrificio. Con dos ideales en el aspecto técnico-táctico, diferentes pero que buscan lo mejor para el equipo. Me siento cómodo en la actualidad, con la nueva predisposición de toque. Pero insisto, cada técnico tiene su manera de ver y analizar el juego. Y son positivas.
Ha puesto sobre el tapete el ideal estético y barroco de Setién. Pero la UD, que mueve el balón hasta el infinito, solo tiene tres victorias y sigue en descenso. ¿Realmente cree en la salvación con solo 13 puntos de 48 en litigio? ¿Cómo piensa lograr la permanencia? ¿En qué medida los próximos duelos en el Gran Canaria ante Granada y Málaga se consideran determinantes?
La clave está ser en fuertes en casa. Convertirnos en un equipo duro, sólido y que responda desde la unidad. Todo pasa por ganar en casa y en tratar de puntuar de forma regular hasta cosechar la cifra exacta para la salvación -en torno a los 39 puntos, por los 13 que aún tienen los amarillos de Setién-. Luego fuera es más difícil, lo que resta fuera de la Isla (20 partidos) se debe afrontar como una final y tratar de dar la campanada para robar puntos.
En este máster avanzado en el planeta del glamour, con 16 partidos, usted detalló en UD Radio que el jugador qué más le había sorprendido era Busquets. ¿Por encima de Neymar o CR-7?
Sí bueno, el que más porque a todos los veía por televisión y son unos jugadores fuera de serie. Las estrellas son estrellas. En el caso de Busquets, juega fácil, siempre toma la decisión correcta y lo hace a una velocidad que te impresiona. Lo ves en directo, y se multiplica. Además, ves que es alto, medio torpe, algo débil y es todo mentira. Luce un manejo de balón increíble. Se adelanta medio segundo a cada acción, a cada fotograma. Eso fue lo que más me sorprendió. La capacidad de previsión y lectura del juego.
¿Qué pensó cuando se vio con Cristiano en el Bernabéu?
Lo interpreto como un premio a la constancia. Fue un encuentro -el Madrid-UD se jugó el 31 de octubre con resultado de (3-1) para los de Rafa Benítez- en el templo del fútbol como el Bernabéu. Ojalá pueda seguir disfrutando, que siga en Primera División y que pueda volver a ese escenario tan mágico. Si regresamos, haremos un mejor partido.
Dicen las malas lenguas que usted, Vicente, Viera o Simón, si la UD desciende, dejarán el club. Ahora que ha probado el jamón de pata negra, ¿se ve luchando en Segunda en el barro de amarillo?
No sé que pasará en esto del fútbol porque da muchas vueltas. A nivel individual, soy muy ambicioso. Quiero seguir en Primera y ojalá sea con la UD. Es lo que soñamos en el vestuario, conquistar la permanencia cueste lo que cueste.¿Mi futuro? -renovó en septiembre hasta junio del 2020-. Tampoco depende de mí, el quedarse o salir lo dictaminará la entidad, según su intereses. En este caso, en lo personal, disfruto del día a día, de dejarme la piel y le aseguro que nos salvaremos.
¿Qué opina del 'caso Viera'?
Para mí, tiene un carácter diferente. No le gusta perder ni a las chapas (...) En el vestuario, han chocado -con Setién-, en parte porque entrenamos a dos mil pulsaciones. Son cosas que pasan en momentos puntuales. Se mosquean y se enfadan, se ha arreglado y fin. Viera no lo hará ni una vez más. Es clave, espero que nos siga ayudando.
El 21-J, su abrazo con Valerón fue apoteósico. ¿Qué culpa tiene el 'Flaco' en su despertar?
Fue clave en mi crecimiento. Hace un año no contaba con el míster -Herrera- y Valerón me hizo ver las cosas de otra manera, me ayudó a darle la vuelta. Influyó demasiado en mí, y en esa foto le dije 'gracias a ti, Flaco estamos en Primera'. Es clave en el proyecto, marca la sintonía. Supera los límites humanos, tiene fútbol para dar y regalar. Ojalá siga un curso más, con 41 años.
Un mensaje a la afición.
Que apoyen. Sé que han sufrido pero el ascenso fue gracias a ellos. Les pido que animen y ayuden porque son vitales. Nos dejamos la piel por el ascenso, equipo y afición. Y ahora para conseguir la permanencia, lucharemos hasta el final. Porque nuestra afición es de Primera. Lo lograremos; nos salvaremos.
