El Barcelona logró en El Molinón la victoria que esperaba para cobrar una significativa ventaja, de 6 y 7 puntos sobre Atlético y Madrid, pero sin ensañarse con los suplentes del Sporting, que no obstante dieron la cara. El próximo rival culé será la UD este sábado en la Isla.

Luis Enrique puso de inicio un equipo mucho más reconocible que Abelardo que sólo sacó a dos jugadores que fueron titulares en la pasada jornada ante el Rayo Vallecano, porque para los gijoneses el partido verdaderamente importante es el del sábado en el estadio Benito Villamarín del Betis.

El dominio del conjunto azulgrana fue total porque hay pocos clubes que puedan discutirle el balón y además el Sporting no iba ni siquiera a intentarlo porque los suyo es el robo y la contra. El primer intento fue visitante con un disparo lejano de Rakitic que Cuéllar detuvo sin problemas y el Sporting responde con una buena llegada tras un gran pase de Halilovic sobre la entrada de Álex Menéndez que cruza el baló a pocos centímetros del poste izquierdo de Bravo.

Abelardo dio la responsabilidad del centro de la zaga a un jugador de 21 años y que además debutaba en el Sporting como el chileno Igor Lichnovsky y, a otro de 19, el internacional español Meré.

El rodillo de la bestia

El dominio de los catalanes era por momentos tan agobiante que todos sus jugadores, a excepción de Bravo estaban en el medio campo del Sporting, que lo único que hacía era defenderse y perder el balón al segundo pase en cuanto lo robaba.

Lichnovsky a punto estuvo de lesionar a su compañero Meré al que le dio una patada en la cara en un intento de despejar un balón, lo que obligó al joven rojiblanco a tener que salir para ser vendado.

En el 20, Cuéllar sacó un balón a Luis Suárez que se plantó solo ante él tras un gran pase de Neymar y, apenas cuatro minutos después, el Barça se adelantó en el marcador con un gol de Messi, el 300 en su cuenta como azulgrana.

La respuesta sportinguista fue, no obstante, meritoria y, tan sólo dos minutos después, el equipo de Abelardo sorprendió con una contra perfecta concluyó con un pase de Álex Menéndez al segundo palo, donde apareció Castro para batir a Bravo en medio de la algarabía del abarrotado Molinón.

Pero el Barcelona tampoco tardó mucho en desequilibrar de nuevo el marcador con un nuevo gol de Messi, a pase de Luis Suárez, que provocó la protesta de la afición local, que consideró que hubo fuera de juego en la jugada. El cuarto de hora que faltaba para el descanso se desarrolló por los mismos derroteros que hasta ese momento pero sin mover el marcador.

La segunda parte fue más intensa y también con más encontronazos por parte de los jugadores y bastantes protestas de los aficionados, más de 28.000 en la mejor entrada. En el 57, el público reclamó un penalti de Turán sobre Halilovic, protestas que se recrudecieron cuando tres minutos después el árbitro sí señaló uno bastante claro de Cuéllar sobre Neymar, que lanzó sin éxito Luis Suárez. El propio Luis Suárez dejó muestras de su calidad y se sacó un disparo con rosca que tras pegar en el palo se coló en la portería.

De Gijón a Gran Canaria.El Barça aterriza mañana (15.30) en la Isla tras liquidar al Sporting y con un Messi estelar. Se acerca el mito.