Comienza a deshojarse la margarita de los cedidos. La UD Las Palmas tiene sobrecarga de jugadores para la primera plantilla y en los próximos días comunicará a los afortunados -o afectados- qué destino les espera. Ninguno de ellos tiene plaza asegurada en el primer equipo y solo unos pocos tendrán la oportunidad de hacer el cásting con Quique Setién. Miguel Ángel Ramírez cifró en dos o tres los que realizarán la pretemporada, además de alguno del juvenil, y los que más papeletas tienen son Tyronne, José Artiles e Ismael Athuman.
Los tres son, de hecho, de los que más han jugado en sus respectivas cesiones. Héctor Figueroa, Christian Fernández, Jesús Valentín, Leo Ramírez y Carlos Gutiérrez están más cerca de la rescisión de contrato que de la continuidad, por lo que se sumarían a los casos de Nauzet Alemán y Ángel López. Mientras, Alfredo Ortuño y Asdrúbal Padrón parece que volverán a ser cedidos sin necesidad de realizar la pretemporada con el primer equipo ya que Quique Setién les conoce. Adrián Hernández, el undécimo jugador que estaba cedido -jugó en el Burgos de Segunda B- tiene contrato hasta este 30 de junio y no será renovado.
Cambio en la política
El verano pasado a la UD Las Palmas le quedó un abismo entre el filial y el primer equipo, lo que le obligó a ceder jugadores como José Artiles, Leo Ramírez, Carlos Gutiérrez, Adrián Hernández e Ismael, a los que se les dio una segunda e incluso tercera oportunidad en alguno de los casos. Asimismo, se quiso guardar las espaldas por un hipotético descenso y, aunque no contaban para el primer equipo, optó por mantener en propiedad a hombres como Tyronne, Héctor Figueroa o Jesús Valentín. Mientras, también mandó a préstamo a Alfredo Ortuño y Christian, además de a Asdrúbal, que salió en diciembre.
Así, los frentes abiertos son muchos para la UD Las Palmas. Leo Ramírez aseguró ayer que tiene la palabra del presidente, pero también que hay pendiente una conversación con el club: "Tengo la palabra del presidente de que haré la pretemporada con el primer equipo, pero la próxima semana hablaremos", indicó el canterano, que estuvo cedido en el Cacereño, en declaraciones ayer a Canarias Radio La Autonómica.
Leo, con contrato hasta 2017, fue una pieza fundamental en la temporada del Cacereño, que pese al buen rendimiento del mediocentro acabó descendiendo a Tercera División. En el club siguen confiando en él como apuesta de futuro pero será Quique Setién quien tenga la última palabra. Por su estilo de juego, que encaja a la perfección en la filosofía del técnico cántabro, puede realizar la pretemporada. Continuar en el primer equipo, debido a la competencia que hay en el centro del campo, es una misión casi imposible, pero puede convencer para, al menos, ser visto en la pretemporada y llamar la atención de un conjunto de Segunda al que irse a préstamo. En ese caso la UD tendría que renovar su contrato, que acaba en un año.
Tyronne es otro de los que se adaptaría sin problemas a lo que pide Quique Setién. En la dirección deportiva es uno de los jugadores que más convence y de hecho el verano pasado fue renovado hasta 2019. Seguirá vinculado a la UD pase lo que pase. El club no se va a desprender de sus servicios y tiene todos los números para hacer la pretemporada y que el técnico cántabro le vea en el día a día a pesar de que no fue indiscutible en el Huesca. Tiene un perfil parecido al de Tana, que tampoco fue un fijo el año pasado, y con el de San Cristóbal alucinó Setién en cuestión de unos pocos entrenamientos. "Pagaría una entrada por ver jugar a Tana", dijo Setién sobre un jugador que apenas había participado durante una temporada completa. Y, sin embargo, le acabó convirtiendo en titular indiscutible.
La competencia tampoco se lo pondrá nada fácil a Tyronne. En su zona de influencia tiene al propio Tana, así como a Jonathan Viera, Momo, Vicente o incluso Roque. Hay 'overbooking' pero su calidad con el balón y con el ojo de Quique Setién puede pasar cualquier cosa. El jugador, de momento, no sabe nada de su futuro.
El otro con más opciones es José Artiles. Cedido en el Racing de Santander, donde ha jugado casi todos los partidos como extremo izquierdo, la mayoría como titular, sigue compitiendo en la fase de ascenso a Segunda. Setién, muy amigo de los entrenadores del conjunto cántabro, tendrá informes detallados de lo que ha hecho el grancanario en el día a día. Las necesidades del equipo, que busca dos extremos veloces y habilidosos, que son sus características, le abren la puerta. Tampoco le han comunicado nada y su juventud y su contrato -acaba en 2018- también le hacen ganar enteros para realizar la pretemporada.
El cuarto con más opciones es el central Ismael Athuman. Recién regresado de Kenia tras sus dos primeros partidos como internacional absoluto, ha convencido en su media temporada en el Cacereño. Podría ser el quinto central en la preparación aunque tiene muy pocas posibilidades de formar parte de la primera plantilla.
También tienen varios años de contrato por delante Asdrúbal Padrón y Alfredo Ortuño, que salvo sorpresa seguirán vinculados al club. Setién conoce al grancanario de primera mano y tiene pocas opciones de hacer la pretemporada ya que en enero le recomendó una cesión. En el Leganés no tuvo continuidad y además ha regresado lesionado de la rodilla y hoy conocerá el alcance de su dolencia.
El manchego tiene un buen mercado en Segunda, por lo que encontraría equipo para otra cesión sin problemas. Su caso, sin embargo, tiene muchos matices. Y es que fue el que mejor rendimiento tuvo tanto en el Real Zaragoza como en el Real Mallorca, acabó con 11 goles y el futuro incierto de Willian José y Sergio Araujo le abren las puertas.
Los casos más difíciles
Por último, Héctor Figueroa, con contrato hasta el 2018, así como Carlos Gutiérrez, Jesús Valentín y Christian Fernández, a los que les queda un año de vinculación, tienen todas las papeletas para ser rescindidos. Ninguno de ellos ha convencido en sus cesiones y alguno incluso ya se encuentra buscando un nuevo destino.
