Alberto Jiménez Monteagudo tiene sangre amarilla. El exjugador de la UD y técnico del Cartagena FC no olvida su paso por la Isla -48 partidos con el cuadro grancanario-. Aplaude la dirección empresarial de Miguel Ángel Ramírez al frente de la nave y la propuesta barroca de Quique Setién. "Me siento orgulloso de sus conquistas y éxitos; desde la distancia, me alegro montón de que estén en su categoría. Sobre todo, estoy feliz por Miguel Ángel Ramírez, que sé que ha peleado un montón por alcanzar la máxima categoría con la UD. Pero sobre todo, me alegro por los jugadores, por la afición...Siempre me llevaré un gran recuerdo de la entidad amarilla", determina el preparador manchego, que ayer presenció el UD-Emiratos Árabes.

Se siente solidario con la propuesta de toque de Setién. Un embajador barroco que catapultó a los amarillos a la undécima plaza en la pasada edición liguera. Pero matiza que cuenta con su libreto táctico. Siempre en un universo de fantasía. "Adoro jugar el balón, tipo Quique Setién pero no asumiendo tantos riesgos en la retaguardia. Me parece excesivo, pero insisto que respeto la propuesta de Setién de querer jugar la pelota. Salvando las distancias; con movilidad, con juego por bandas y en una línea Guardiola. Hay que jugar bien la pelota, por los extremos".

Coherencia tropical

Monteagudo, que coincidió con Momo, Carmelo, Ángel López, Rubén Castro, Socorro, Orlando, Alberto Hernández, realza la coherencia moral del nuevo proyecto de la UD. Mercantiliza realidades. No hay margen para la mentira. "Es esencial vender algo que haces, y la UD lo hace...Vende lo que hace. Con gente de casa, fútbol español... Tiene jugadores de nivel como Vitolo, Jonathan Viera, Rubén, Carmelo...Siempre suman, tirar para por tirar de la base no es una política correcta". Y sueña con dirigir a la galaxia amarilla: "Es uno de mis objetivos, un sueño bonito. Uno de mis grandes retos, y crecer con la institución. Esta UD es ejemplar".