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UD Las Palmas La crónica (primera jornada)

La UD engaña al Valencia

Con una lección de efectividad y saber sufrir el equipo amarillo conquista Mestalla (2-4) y es cuarto clasificado

La UD engaña al Valencia

No fue al modo de Quique Setién, pero la UD Las Palmas se dio el gustazo de marcar cuatro goles en Mestalla (2-4) en un recital de efectividad y de saber sufrir. El Valencia dominó el balón y tuvo muchas más ocasiones, pero fue víctima de un equipo que le engaño y se puso otro vestido. De la manera más inesperada ganó la UD a uno de los grandes de la Liga, debilitado por un verano surrealista y por una fragilidad defensiva alarmante. El mérito del conjunto amarillo residió en saber interpretar el partido, en levantarse de todos los golpes recibidos, en marcar las oportunidades que creó y corregirse a tiempo en la segunda parte, justo cuando el duelo iba encaminado hacia el empate. Los cambios del técnico cántabro, que puso en liza el tajo de Montoro, la pausa de Momo y las ganas de Sergio Araujo, sentenciaron al conjunto ché, cuya insistencia fue insuficiente y se topó con el orden de la UD Las Palmas, que se pone cuarto clasificado. Licencia para soñar con una salvación holgada.

El duelo no fue el que desea Quique Setién, con poca continuidad en las posesiones, muchas pérdidas y una endeblez defensiva en la primera parte desesperante, sobre todo en el balón parado -el doblete de Santi Mina llegó en dos saques de esquina-. Pero la cita estuvo plagada de buenas noticias para la UD Las Palmas. Más allá del resultado, el encuentro constató que hay un sustituto de garantías para la baja más importante que sufrió el equipo este verano, la de Willian José. Y es que Marko Livaja no solo exhibió una puntería desbordante, sino que ganó muchos duelos individuales a los corpulentos centrales del Valencia. Un soplo de aire fresco para salir de la presión rival.

Otro de los fichajes, Michel Macedo, dejó luces y sombras. El brasileño lo pasó mal para frenar a Gayá, y eso que El Zhar no paró de ayudarle. Pero la influencia del brasileño en ataque es demencial. Como en pretemporada, participó en uno de los goles con una gran asistencia. También Boateng dejó su sello. El jugador alemán hizo el tercero con un certero cabezazo a envío de El Zhar. Además, efectivos como Javi Varas, Roque Mesa y Jonathan Viera dieron continuidad a su excelente estado de forma de la temporada pasada. Y Sergio Araujo, en apenas diez minutos, exhibió la chispa y el hambre del curso del ascenso. Los automatismos que trabaja Setién y que ya tienen mentalizados los jugadores no lucieron, pero hay mimbres para soñar.

Y eso que el Valencia abrió la lata con un cabezazo de Santi Mina que reabrió los fantasmas del curso pasado, esos que aparecían en las primeras partes de todas las visitas de la UD hasta su exhuberante sprint final. El conjunto insular acostumbraba a salir dormido y a encajar goles calcados al que anotó Santi Mina a la salida de un córner muy bien botado por Parejo. El canterano del Real Madrid y Álvaro Medrán, también formado en Valdebebas, comandaban las operaciones en el once de Ayestarán.

La UD no olía el balón, pero entonces surgió él, surgió Marko Livaja. El croata, a centro medido de Michel Macedo, se comió a Rubén Vezo y cruzó el remate, imposible para Ryan. El tanto del balcánico estimuló a la UD que, entonces sí, empezó a ser reconocible. Jonathan Viera, Roque Mesa y Vicente Gómez cogieron el mando del duelo, marcaron la pauta y conectaron posesiones larga. El abecé de Quique Setién.

En una de esas acciones en las que la UD mueve el balón de lado a lado, el cuero llegó a Prince Boateng, que atendió al desmarque de Dani Castellano. El gemelo, inteligente, esperó a que Cancelo le atropellara. Penalti claro. Paso al frente de Jonathan Viera y remontada culminada.

No se quedó ahí la poderosa reacción de la UD Las Palmas. Se acababa de cumplir la media hora cuando Prince Boateng demostró uno más de los muchos argumentos que aportará al equipo. Con el balón en los pies de El Zhar, el alemán se incorporó al área desde segunda línea y con otro cabezazo inapelable le dio continuidad al festival aéreo en Mestalla.

El partido era eléctrico. No había demasiadas llegadas a las áreas, pero cada acercamiento significaba un gol. Así, Santi Mina acortó distancias en otro desliz defensivo de la UD tras córner. La zaga insular no encajó un tanto el curso pasado desde la esquina hasta que apareció Sergio Ramos por el Gran Canaria. Sin embargo, ayer recibió dos. Para tomar nota.

La resistencia amarilla

En el segundo tiempo se inauguró otra fase del partido. Mina, Alcácer y Bakkali mostraron el esplendor del Valencia, que insistió e insistió. No le faltó fe al conjunto de Ayestarán, que muestra buenas maneras pero carece de recursos suficientes. Acosó a la UD y obligó a Javi Varas a convertirse en el mejor del partido. El andaluz se jugó el físico en varias ocasiones y salvó, sobre todo, un mano a mano con Santi Mina tras una pérdida grosera de Vicente Gómez, que no dio continuidad ayer a su fabulosa pretemporada. Achicó como podía la defensa amarilla pero Alcácer seguía a lo suyo y con un latigazo al larguero hizo temblar a la UD.

El guión exigía cambios y Quique Setién lo interpretó a la perfección. Montoro y Momo pusieron orden en el centro para ahogar a Bakkali, Parejo, Álvaro Medrán y compañía. Así, expulsó la UD al Valencia de su área. Pero faltaba algo más, algún contragolpe para intimidar. Y ahí surgió Sergio Araujo. El argentino jugó los últimos diez minutos y le dio tiempo de liderar dos contragolpes portentosos. Fue en el primero en el que acertó la UD. Y de nuevo Marko Livaja, el hombre-gol de este equipo. El croata tenía varias opciones y una de ellas era fusilar a la red. No se lo pensó y por la vía rápida sentenció al Valencia.

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