La odisea de Míchel Macedo y el Fin de Año más emotivo del artillero de hielo Marko Livaja. Los dos extranjeros de la UD, con permiso del club, no acudieron ayer a la doble sesión de trabajo [tampoco estuvieron en la del jueves en Las Burras]. Y según las estimaciones del club, no pisarían la Isla hasta mañana o lunes. El defensa brasileño, que se encontraba en Madrid, hace escasas horas, listo para tomar el vuelo rumbo a Gran Canaria, recibió una noticia de índole familiar y regresó de inmediato a la ciudad de Río de Janeiro.

Por esa circunstancia familiar de primer orden, el lateral -el segundo mimbre de Setién con más minutos en Liga (1324')- estaría descartado para el primer pulso oficial de 2017, que se celebra el martes en el Gran Canaria. Solo firmaría uno o dos entrenamientos. Y la máxima de Setién es de acero: solo juegan los que sudan en la oficina. Su plaza en la banda, ante el potente Atlético, en la ida de los octavos de Copa (20.15 horas), la ocupará Simón.

En relación a Marko Livaja, el delantero croata [tiene cuatro dianas] estira su período vacacional -que se inició el 21 de diciembre- al celebrarse hoy la boda de su hermano. Tras la finalización del acto festivo, el ex del Inter de Milán volará urgente hacia Gran Canaria. Al igual que Macedo, Livaja (961 minutos y segundo máximo realizador) lo tiene complicado, al carecer del rodaje preciso, para afrontar el épico pulso ante los colchoneros.

Montoro -con un golpe en la rodilla- y Sergio Araujo -contusión en la rótula- tampoco estarán. La intención del club amarillo es la de no forzar. En el caso de Mauricio Lemos, es seria duda. Ayer, el central uruguayo no terminó la sesión de trabajo -la primera tras su regreso de Uruguay-. Hélder Lopes, Nabil El Zhar, Mateo García, Prince Boateng regresaron ayer a la Isla. La UD despide el año con dos ausencias, y el reto de tumbar a la bestia de Simeone. Un animal despiadado, que ya ha batido al estratega cántabro en tres ocasiones. Llega 2017 y la batalla perfecta.